El próximo dos de julio se llevará a cabo en todo México, el evento ciudadano más importante de cada seis años; la elección del primer mandatario de la Nación.
Los invitamos de honor a ese magno acontecimiento, seremos los mexicanos mayores de edad con credencial de elector vigente; eso es todo lo que se requerirá para que elijamos al futuro presidente de la República y otros puestos públicos de menor jerarquía.
Por ningún motivo dejemos de asistir a cumplir con nuestro deber ciudadano por medio del voto y exigir se cumpla lealmente la voluntad popular ¿si no participamos hoy, cómo podríamos protestar mañana?
El voto es el salvoconducto de tu voluntad, es la moneda firme que avala tu decisión de participar en los asuntos nacionales.
No permitas que nadie piense por ti y mucho menos permitas que nadie decida por ti, tu futuro ciudadano es más tuyo que tu propia pareja ¡No dejes que nadie los manosee!
El voto vale más que el oro, no lo desperdicies sin hacerlo efectivo, úsalo votando por tus derechos civiles y siéntete orgulloso de ti mismo; demuestra a propios y extraños tu valor ciudadano, recuerda que la abulia y la apatía son cómplices de la cobardía.
Mantén latente en tu memoria la satisfacción del deber cumplido ejerciendo tu sufragio, máxime cuando está en juego tu futuro y el de tus hijos, ¿si por ellos no luchas, entonces por quién lo harás?
En la actualidad la credencial de elector es tramitada ávidamente por miles de jóvenes de ambos sexos, en cuanto cumplen 18 años de edad, lastimosamente muchos de ellos la utilizan como licencia para embriagarse y ?andar de pelo suelto? ejerciendo su mayoría de edad y no usándola para lo que fue creada; cumplir con sus deberes ciudadanos. Quizás esos jóvenes esperan que algún día les llevarán las casillas de votación a los antros para su mayor comodidad. Si tú no votas otro lo hará por ti.
Cumple tu deber ante ti mismo. Razona tu voto inteligentemente y decídete por los candidatos que piensan y actúan congruentemente.
¡No cambies tu voto por espejitos!