EL UNIVERSAL
MÉXICO DF.- Ese órgano vital, el más conocido y mencionado, pero también el más descuidado de todo el cuerpo, les está dejando de latir cada vez a más temprana hora.
Si las estadísticas no mienten y si usted es mexicano el riesgo de que fallezca por un mal cardiaco es muy alto. Es la principal causa de mortandad en el país.
Es en medio de este escenario que hoy, en México y en 100 países más, se celebra el Día Mundial del Corazón 2006, cuyo lema para este año es ?¿Qué tan joven es tu corazón??, una frase con la cual se pretende generar conciencia sobre la necesidad de tener una vida saludable desde la niñez.
En nuestro país, de acuerdo con especialistas y autoridades en la materia, este tema cobra especial importancia, porque los padecimientos cardiovasculares se han convertido en un problema de salud pública que tiende a incrementarse, debido a que cada vez hay más personas diabéticas, hipertensas, obesas y fumadoras.
Estos cuatro males, a los que los médicos han denominado ?los cuatro jinetes del Apocalipsis?, y que son generados principalmente por una alimentación con altos contenidos de grasa, malos hábitos, estrés y falta de ejercicio, se han convertido en fuertes factores que desencadenan, a su vez, las enfermedades del corazón.
Los padecimientos cardiovasculares dejan anualmente un saldo de 100 mil mexicanos muertos por esta causa, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Salud.
Y cada año se contabilizan de 40 a 60 mil nuevos casos de personas, en su mayoría hombres, con problemas cardíacos a nivel nacional.
Mientras que en el mundo este mal, calificado como ?una epidemia?, mató a más de 17 millones de personas en el 2005, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Y a este problema, en México, se suma el hecho de que al mismo tiempo se requieren de más trasplantes de corazón.
Hay que valorarlo
Este es el caso de Lauro Lau Quan, quien, contrario a lo que pasa con la mayoría de mexicanos, padece del corazón, pero por un mal congénito. Fue desahuciado en 2004 y su única opción de vida era tener un trasplante de corazón. Por meses, el profesor que radica en Baja California, estuvo esperando que alguien donara un corazón que nunca llegó.
Casi no podía caminar, porque el simple hecho de hacerlo, sentía que se le iba la respiración y mostraba un inexplicable cansancio. Su insuficiencia cardiaca prácticamente lo tuvo postrado en su cama.
Fue trasladado al Hospital de Cardiología del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS, donde fue de los primeros afortunados en tener una nueva opción terapéutica: el implante de células madres (obtenidas de su mismo organismo, por lo que no requirió de un donador), que ?arregla? casi en su totalidad el tejido cardíaco afectado.
Esta nueva opción médica, asegura Rubén Argüero, director de este hospital del Seguro Social, es lo más nuevo en cardiología, pues regenera el corazón de un enfermo sin tener que ser trasplantado. Antes, recuerda, lo más novedoso era el trasplante de corazón.
A casi dos años de su operación, Lauro Lau hace un llamado a toda la población para que valore lo que tiene y eviten caer en este tipo de males cardiacos que le cambian a uno totalmente la vida.
?Nunca perdí la esperanza, pero fueron muchos días de angustia esperando que sonara el teléfono para que me avisaran que tenían un corazón para mí, que nunca llegó y si no hubiera existido esta nueva alternativa médica en estos momentos no estaría aquí, porque mis días estaban contados?, dijo Lauro.
Por eso pide a la población que deje a un lado el egoísmo y done sus órganos porque hay mucha gente que su vida depende de los mismos, señala.
?Me da tristeza y coraje cuando llegan al hospital jóvenes infartados que no supieron cuidar su corazón?, expresa el hombre que rebasa los 50 años de edad y que acude al hospital de manera frecuente para su revisión médica.
Un joven con
corazón de viejo
De acuerdo con la Sociedad Mexicana de Cardiología, las enfermedades del corazón eran padecimientos que sólo afectaban a los adultos mayores, pero ahora también se presentan en los jóvenes.
Antes era alrededor de los 60, pero en un lapso de 30 años, este número ha descendido a los 40 años de edad.
?El no hacer ejercicio, fumar y no estar atento a la diabetes nos va a conducir a un infarto?, afirman los cardiólogos.
Los males cardiacos, de acuerdo a la OMS, se han convertido en una epidemia silenciosa que no avisa, pero cuando se presenta, es fulminante para la persona porque puede ser un infarto que lo incapacite para toda la vida o incluso la misma la muerte.
Por eso, este día que se celebra en todo el mundo el Día Mundial del Corazón, los especialistas hacen un llamado a los jóvenes y mayores a adoptar un modo de vida saludable que reduzca las cardiopatías y los accidentes cardiovasculares; de tal forma que se ayude a que el corazón envejezca a un ritmo más lento.