GUADALUPE VICTORIA, DGO.- Han transcurrido tres años del cambio de dirigencia en la Integradora Estatal de Productores Agropecuarios (IEPA) y la fecha los directivos no rinden un informe financiero, afirma Luis Vaquera García.
Como ex secretario de esta organización asociativa comentó que hace tres años entregaron equipo administrativo, parque vehicular y 22 mil toneladas de frijol a sus sucesores, encabezados por José Ángel Herrera Vázquez.
Sería saludable conocer el estado que guarda la IEPA; entre el equipo administrativo se tenían computadoras. El parque vehicular lo integraban cuatro tráileres, una camioneta Ford, una Chevrolet y dos Dodge de tres toneladas cada una.
Estima Vaquera García que esta organización debería estar operando mejor que otras como Almacenadora Mercader, propiedad de los hermanos Bibriesca ?hijos de Marta Sahagún de Fox- que a través de sus tentáculos lograron afectar la imagen de la organización duranguense y hasta acusar injustamente de peculado a dos directivos.
Vaquera García desconoce por qué Herrera Vázquez no rinde un informe ni convoca a los socios para tomar decisiones y participar en el acopio de frijol y otros productos, cumplir con el objetivo para el que fue creada la IEPA.
Recuerda el entrevistado que hace tres años pretendían vender las 22 mil toneladas de frijol a 5.50 pesos el kilogramo; había comprador disponible, pero por órdenes de Javier Usabiaga, entonces titular de la Sagarpa, se abortó la negociación.
El argumento de Usabiaga en aquel entonces fue que lo venderían a mejor precio, pero eso nunca sucedió, vino a afectar las finanzas de la IEPA, que era lo deseado por el ex funcionario, para dar paso a Almer y posesionarla del monopolio de la leguminosa.
También se tiene de antecedente que las 55 mil toneladas de frijol manchado de Durango y Zacatecas las compraron para luego dejarlas en bodega, sin comercializarlas, añade.
?Los integrantes de Almer son una partida de sinvergüenzas, se metieron como la humedad con el apoyo de la Delegación de Sagarpa y la miopía de un gobierno que todo lo veía desde una expectativa política y no social como era el objetivo inicial?, asentó.
Otro dolor de cabeza para la IEPA fue la penetración de organizaciones políticas de sujetos que de la noche a la mañana se convirtieron en frijoleros, casos concretos, Gustavo Pedro Cortez, del PT; Pedro Guevara, del PAN; Armando Morales, del PD; Andrés Fernández, del PRI, por mencionar algunos.
Finalmente ninguno pagó los adeudos a la IEPA y ésta finalmente empezó a resentir esos impactos auspiciados por el mismo Gobierno del Estado al permitir la entrada de gente ajena a la organización.
No obstante, hay un patrimonio que los socios deben conocer, tanto en su movimiento y destino; es urgente que el actual presidente de la IEPA, José Ángel Herrera Vázquez, convoque a asamblea.
COMPLEMENTARIA
NEGATIVA A LA TRANSPARENCIA
El Siglo de Durango cuestionó a José Ángel Herrera Vázquez sobre el informe financiero de la IEPA, pero se negó a dar datos.
Reconoció que, efectivamente, desde hace tres años no convoca a asamblea, pero según dice se debe a tantos problemas que ha enfrentado; sin embargo, en su expediente ante los socios Herrera Vázquez goza de honestidad.
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Antecedentes
La IEPA nace de la Asociación Rural de Interés Colectivo en 1999, siendo el modelo nacional que otras entidades seguirían como Chihuahua, Zacatecas, Sinaloa, Nayarit, San Luis Potorí, Guanajuato y Chiapas, con el objetivo de regular el precio del frijol.
Pronto se constituyó una fuerza nacional con Carmelo Fernández a la cabeza, para luego obtener un fondo autorizado por el Congreso de la Unión de 70 millones de pesos para amortiguar las pérdidas en la comercialización del frijol.
Las empresas campesinas iban de menos a más en el acopio de la leguminosa, pero pronto los políticos vieron una caja chica y ante la ingenuidad de los directivos fueron obligados a abrir puertas a políticos o saqueadores, debilitando la estructura económica.
Después surge la acusación de peculado en contra de los directivos Carmelo Fernández, Luis Vaquera y Francisco Acosta, por la suma de 18 millones de pesos, por lo cual fueron encarcelados los dos últimos durante casi tres meses, para luego recobrar su libertad hasta demostrar su inocencia.
Para entonces se había divulgado y hasta censurada la IEPA, generando un clima de desconfianza e inseguridad a su entorno.
En los dos últimos años Almer y la Integradora Comercial de Sinaloa estuvieron acopiando el frijol.
Cabe señalar que antes de la detención de Vaquera y Acosta surgió un emisario del agente del Ministerio Público de Torreón, de apellido Carrillo, quien se dedicó a extorsionar so pena de enviarlos a la cárcel; algunos pagaron otros no y fueron apresados, lo cual fue publicado en El Siglo de Durango.
A la postre, hay un grupo de campesinos de la región de los Llanos que se enriqueció de la noche a la mañana; otros siguen produciendo frijol, tal como ha sido su vocación, pero ya nadie investigó sobre la ?danza de los millones?.