Si el pasado fuese su último partido, la despedida de Zinedine Zidane del futbol habrá sido con una nota amarga.
El capitán francés tuvo un flojo desempeño en el encuentro que Francia igualó 1-1 con Corea del Sur y fue reemplazado en tiempo de descuento por David Trezeguet. Salió de la cancha visiblemente ofuscado y le dirigió una mirada venenosa al técnico Raymond Domenech, mientras arrojaba una muñequera hacia el banco en gesto de irritación.
LEIPZIG, ALEMANIA
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Zidane recibió su segunda amonestación y no podrá jugar el jueves ante Togo. Una derrota, o incluso un empate, podrían significar la eliminación de Francia en la primera ronda, en cuyo caso el choque del domingo ante Corea habrá sido el último de Zidane, quien ha dicho que se retirará después del mundial.
Su frustración también se vio en la cancha en los minutos finales, cuando no le llegó a un rebote en el área y empujó a un jugador coreano que entorpecía su camino.
El árbitro mexicano Benito Archundia le sacó la amarilla y sentenció su ausencia del próximo duelo.
El enojo del volante con Domenech responde en parte a que tienen diferencias en torno a cómo hacer jugar al equipo. Zidane prefiere un 4-4-2 con Trezeguet acompañando a Thierry Henry en el ataque, en lugar del 4-2-3-1 con Henry como único hombre de punta neto que usa a veces el técnico.
Zidane fue la gran figura de Francia cuando conquistó el título en 1998 y anotó dos goles en la final, que los franceses ganaron 3-0 a Francia. Pero tuvo un mundial para el olvido en el 2002, al que llegó lesionado. Jugó un solo partido y no pudo evitar la eliminación de Francia en la ronda inicial.
