El Siglo de Durango
Aun cuando la zona de tolerancia de la ciudad de Durango fue cerrada a mediados de la década de los setenta, en la actualidad permanecen algunas construcciones de aquellos años en total abandono en el fraccionamiento Las Praderas.
Al realizar un recorrido por este lugar y a tan sólo algunos metros del flujo continuo Madero se encuentra el fraccionamiento Las Praderas, lugar donde hace algunos años se ubicó la zona roja del municipio de la capital, llama la atención que persisten algunas construcciones algunas de ellas en muy malas condiciones o en total abandono.
Las edificaciones que en el pasado albergaron a algunos prostíbulos como El Íntimo, El Mocambo y El Pigali se encuentren en ruinas.
De acuerdo con la versión de algunos vecinos, los lugares considerados de poca categoría eran: El aquí me quedo, el Corona y El gato negro.
Como se recordará, esta zona fue cerrada por la administración de Maximiliano Silerio Esparza cuando fungió como presidente municipal de Durango, debido a los constantes enfrentamientos sangrientos que se registraban en este lugar.
En la actualidad aún se observan algunas marquesinas afuera de algunos espacios que eran utilizados como cantinas y que en la actualidad son viviendas.
Sin embargo, existen otras construcciones que han sido olvidadas por sus propietarios y que requieren rehabilitación.
Conforme a la versión de algunos vecinos del lugar, hace más de treinta años que operó la zona de tolerancia; los propietarios de los inmuebles no se han preocupado por darles mantenimiento a los lugares que fueron cantinas o centros nocturnos de la zona de tolerancia y se encuentran sobre dos arterias que tienen importante flujo vehicular como son las calles Aldama y Privada de Ocampo.
