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El Siglo de Durango
Rescatar y dar uso a los diferentes mercados tradicionales y privados que existen en Durango es una tarea que no solamente corresponde al Municipio, sino a otras instancias de Gobierno y a la iniciativa privada local.
Así lo expuso el titular del despacho de planeación municipal Durango Proyección XXI, Javier Guerrero Romero, quien aseguró que los mercados administrados por el Municipio trabajan en condiciones óptimas.
Indicó que las vendimias tradicionales de competencia municipal son solamente cuatro: Mercado Independencia, Mercado Gómez Palacio, Mercado ex Cuartel Juárez y Mercado San José.
Sin embargo, se deslindó de otras vendimias que evidencian deterioro y abandono, como el Mercado de Analco, ubicado en el barrio del mismo nombre.
En tal sentido, tras admitir que hay suciedad y muchos problemas en relación con ese sitio, Guerrero Romero puntualizó que este lugar es propiedad del Gobierno Estatal.
?Los cuatro mercados municipales están funcionando como tales. El caso de otros como La Vendimia o La Fortuna son privados y depende de sus dueños el que se puedan reactivar o no?, agregó.
?Estos espacios fueron en su momento alternativas para tratar de desconcentrar y generar nuevas centralidades en las áreas habitacionales, que es lo que se busca con un mercado para que la gente tenga acceso a lugares de consumo cerca de sus casas?, explicó.
Sin embargo, admitió que los mercados particulares no han tenido el éxito buscado ?seguramente por los costos de operación o los costos de venta de los propios espacios?.
El funcionario municipal indicó que el problema del ambulantaje tiene que ver con los mercados y con el funcionamiento de estas vendimias.
Puso de ejemplo que el primer mercado en la ciudad de Durango fue El Parián, ubicado en la manzana sur de la Plaza de Armas en 1792. ?Y nació porque en su momento era la alternativa más viable de colocar ahí a los comerciantes ambulantes que había en ese entonces en la ciudad?.
?Y en 1992, doscientos años después se creó el Mercado ex Cuartel Juárez, para intentar que el problema del ambulantaje se resuelva nuevamente, y sí se resolvió durante casi diez años, hasta el año 2001 que volvió a aparecer ambulantaje y ha crecido hasta la fecha?, añadió.
Javier Guerrero reconoció que podría darse un giro al tema de los mercados para ver las posibilidades de su uso en el caso de los privados; sin embargo, insistió en que eso depende de que otras instancias se involucren, incluyendo la iniciativa privada.
Descripción
Pese a su tradición y antigüedad, el Mercado de Analco vive en el abandono, no sólo de las autoridades y la limpieza, sino en el descuido casi total de vendedores y compradores.
Solamente unas cuantas sastrerías, un negocio de comida y un comercio tipo estanquillo le intentan dar vida al lugar. Son los más leales y no se van pese a la falta de clientela.
En ese sitio hay quienes afirman que los mercados tradicionales tienden a desaparecer ante la llegada de grandes centros comerciales.
Pero, pese a la aceptación de que la competencia global los tiene con un pie en el cuello, casi nadie quiere renunciar al trabajo diario y al ritmo que representa este antiquísimo mercado.
Lo único que sí piden es que alguien repare sus desperfectos, cada vez más notorios y preocupantes. Sin embargo, es aquí donde el Municipio se deslinda, y donde asegura que la responsabilidad es únicamente del Estado.
El caso del Mercado de Analco no es el único en abandono, suciedad y deterioro.
No obstante, es quizá el más representativo por su historia y por ubicarse en el primer barrio habitacional que tuvo la ciudad de Durango en sus inicios.
