Diputados convierten la más alta tribuna del Estado en una ?vecindad?, llena de gritos y enfrentamientos verbales
El Siglo de Durango
Las secuelas de las protestas que se registraron el martes en la visita del presidente Vicente Fox a Durango se adueñaron ayer de la tribuna del Congreso del Estado, donde legisladores y asistentes intercambiaron insultos y descalificaciones de todo tipo.
Por espacio de más de tres horas, los diputados debatieron sobre los saldos que dejó en Durango la actuación del personal de seguridad presidencial durante la gira del guanajuatense a esta capital.
Sin embargo, el nivel del debate parlamentario incluyó el ir y venir de calificativos personales o partidistas como ?misóginos?, ?burros?, ?maricones?, ?rateros?, ?corruptos?, ?nefastos?, ?traidores? y ?borrachos?.
Y es que, los panistas minimizaron las presuntas agresiones que propinó el Estado Mayor Presidencial a la diputada Lilia Velia Carranza García, así como a otros tres simpatizantes de la ex coalición Por el bien de todos, hoy Frente Amplio Progresista.
Tal situación provocó rispidez en la contraparte política, que se hizo respaldar por un grupo de seguidores del Partido de la Revolución Democrática, quienes desde las butacas callaban y repelían a gritos cada intervención de los blanquiazules.
El escenario, propio de un mercado, contó con ingredientes como pancartas, gritos y enfrentamientos verbales que llegaron al escarnio mutuo.
Mientras algunos juzgaban a otros de ?maricón?, otros respondían con motes de ?alcohólico? o ?ratero?, como sucedió entre el panista Juan Carlos Gutiérrez y el pedeísta Alfredo Salas.
De ahí que la agenda de trabajo de los legisladores se centró ayer en la confrontación de las corrientes políticas de izquierda y la bancada de Acción Nacional.
El PRI, que por momentos permanecía al margen, al final decidió dar su voto a favor del punto de acuerdo que condenaba las agresiones y exigía disculpas a la Federación.
CONDENA
Las representaciones del PT, PRD y PD promovieron la condena institucional del Congreso del Estado ante las presuntas agresiones que el Estado Mayor propinó a la diputada Lilia Velia Carranza, así como a otros tres simpatizantes del FAP.
La petición hecha por la propia legisladora fue más tarde avalada en tribuna por algunos diputados priistas, como Rigoberto Flores y Arturo Yáñez, mientras que el coordinador de los priistas discutía sobre la postura tricolor, detrás de curules, con el panista Lorenzo Martínez.
La sesión por momentos perdió el rumbo que querían imponer los legisladores petistas, perredistas y pedeístas, al evidenciarse en tribuna conflictos personales y críticas dirigidas a denostar el pasado gubernamental de Durango.
Es que, a las críticas del diputado priista Rodolfo Guerrero García en contra de la gestión foxista, el coordinador de diputados del PAN, Juan Carlos Gutiérrez, reviró que su antecesor no tenía calidad moral para criticar, pues la corrupción y la traición imperaron en el Gobierno Estatal que encabezó su padre, Ángel Sergio Guerrero Mier, de 1998 al 2004.
Y pese a que el sexenio del priista Guerrero Mier fue calificado por Gutiérrez Fragoso como ?nefasto?, los diputados del PRI decidieron no defender políticamente a esa administración estatal, no obstante las peticiones que hacía en corto otro diputado de este partido, Héctor Vela, quien fue titular de Secope en ese periodo.
Cuando parecía que se perdía el rumbo inicial de los debates, la Mesa Directiva pidió que se votara para terminar con las discusiones sobre el conflicto protagonizado entre Gutiérrez Fragoso y Rodolfo Guerrero, quien previo a ello señalaba que su oponente ?sólo decía una sarta de mentiras producto de su desmedida intolerancia y esquizofrenia?.
PLEITOS PERSONALES
Las descalificaciones al anterior sexenio de Guerrero Mier para denostar a su hijo ?Rodolfo- no fueron las únicas. Otro escenario de pleitos fue entre la petista Lilia Velia Carranza y Gloria Martínez Castañola, del PAN.
Carranza García, en la defensa del punto de acuerdo que pedía ser votado a favor por la Legislatura, reprochó que sus pares panistas hicieran escarnio del operativo que hizo en contra de su persona el Estado Mayor en el evento del martes. Por ello, exigió a Martínez que renuncie a la Presidencia de la Comisión de Equidad y Género.
Carranza condenó tajante haber recibido una invitación formal al evento que encabezaron Fox y el gobernador Ismael Hernández Deras en las obras de construcción del Hospital de Especialidades de Durango, para ser repelida a final de cuentas por un grupo vasto de paramilitares.
Luego, frente al pleno mostró una valoración médica que le fue practicada el mismo martes donde consta, dijo, la existencia de las lesiones que le generaron los casi 15 elementos del Estado Mayor que la patearon y cargaron en vilo para alejarla del área de acceso al evento presidencial.
DESENLACE
La lista de oradores siguió y el nodo del debate parecía cada vez más amplio y complejo como para lograr que disminuyera el nivel de discusión y que pudiera ser agotado el punto.
?Qué poca solidaridad para con nuestra compañera que fue agredida?, refería Rodolfo Guerrero a favor del posicionamiento de la diputada Lilia Velia.
Antes de ello, Jesús Alvarado Cabrales, coordinador de los legisladores priistas, ya asomaba el rechazo de este partido a la violenta actuación del Estado Mayor.
Mientras que el líder estatal del PRD en Durango, José Arreola, anunciaba el seguimiento de la denuncia contra la seguridad presidencial ?hasta las últimas consecuencias?.
?Ya pusimos nuestra denuncia en la Comisión Estatal y en la Nacional de Derechos Humanos; además, las autoridades centrales de nuestro partido ya conocen a detalle todo sobre las agresiones?, dijo Arreola antes de comenzar la sesión del Congreso.
Sin embargo, en todo momento la postura de los legisladores panistas fue insistente en el sentido de minimizar las presuntas agresiones del Estado Mayor y de justificar que la reacción de los encargados de la seguridad personal del presidente Fox simplemente reaccionó a una serie de ?provocaciones?.
Pese a ello, tres horas y media fueron insuficientes para desahogar la expresión de calificativos personales y los ataques directos entre diputados.
Al final, el Presidente de la Mesa Directiva del Congreso, el perredista Edmundo Ravelo, quien constantemente fue juzgado de conducir la sesión con parcialidad, decretó el veredicto: ?17 votos a favor y siete en contra... se aprueba el punto de acuerdo? promovido por la diputada Lilia Velia Carranza García.
