El Parlamento nepalí, suspendido por Gyanendra en 2002, celebrará su primera sesión este viernes.
Katmandú, (EFE).- El masivo movimiento popular en Nepal durante las últimas tres semanas ha obligado al rey Gyanendra a aceptar esta noche la inmediata restauración del Parlamento, en un discurso considerado positivo por la oposición.
El monarca varió esta noche radicalmente su postura y su tono en un mensaje televisado, consciente de que era la única manera de salvar su trono tras 19 días de las movilizaciones opositoras más virulentas desde que asumió el poder absoluto hace catorce meses.
En un corto discurso, Gyanendra anunció la inmediata restauración del Parlamento nepalí, suspendido por él en 2002, y, en contraste con el tono autoritario que hasta ahora utilizaba, expresó su tristeza por la muerte de manifestantes y su solidaridad con las personas que han sido heridas durante las protestas.
"Le pido a los partidos que asuman su responsabilidad y lleven al país hacia la prosperidad y un paz duradera", dijo Gyanendra, quien específicamente aceptó "la hoja de ruta" de la alianza de siete partidos opositores.
El rey expresó además sus "sinceras condolencias por las personas que han muerto durante el movimiento del pueblo" y dijo que la restauración del Parlamento, que celebrará su primera sesión este viernes, va "en interés del pueblo nepalí" pues pretende "proteger la democracia multipartidista y restaurar la paz".
Al menos catorce personas han muerto y muchos centenares han sido heridas desde que el pasado día 6 la oposición inició la ola de manifestaciones más fuerte en los cinco años de reinado de Gyanendra.
Tras el anuncio televisado del rey, a las 23.30 hora local (17.45 GMT), algunas manifestaciones espontáneas celebraron en Katmandú esta noche la victoria sobre el monarca mientras líderes de la oposición nepalí calificaron de positiva la nueva postura del monarca.