VICENTE GUERRERO, DGO.- Se queja Margarita Rosas Santillán de que le clausuraron el servicio de agua potable al local comercial de su propiedad ubicado en la calle Zaragoza No. 111 de la cabecera municipal, a pesar de haber cubierto los adeudos pendientes hasta mayo de 2005.
Sin embargo, a partir de julio la cuota ascendió a mil 452 pesos, misma que se ha mantenido hasta la fecha, por lo cual la afectada señala que hay represalias por parte del alcalde Bernardo Nevárez Guzmán ante las acusaciones de corrupción que en varias ocasiones le ha hecho.
De esta manera se le impide trabajar, ya que le resulta imposible pagar cantidades tan elevadas, más aún cuando el agua se utiliza únicamente para las necesidades básicas.
Por esta causa no ha podido mantener operando el local, ni siquiera puede rentarlo, porque nadie quiere pagar tanto dinero por un servicio que durante las administraciones pasadas era de 34 pesos mensuales.
Es por eso que Margarita Rosas considera que el aumento exagerado del cobro del agua potable es una clara muestra de venganza en su contra, ya que al indagar con los vecinos del lugar nadie paga tanto por el servicio.
Asimismo, señala que no puede ser posible que Nevárez Guzmán pague el mínimo por la energía electrica que se consume en los talleres automotrices de su propiedad y de su padre, pues no se puede comparar las máquinas que utilizan ahí con los aparatos electrodomésticos de las casas y los pequeños negocios.
Sin embargo, mientras gran parte de la ciudadanía paga tarifas de entre mil 400 y dos mil pesos, ellos cubren tarifas irrisorias a pesar del alto consumo de energía diario.
Por eso, Rosas Santillán con recibos en mano manifestó a este medio de comunicación que es una injusticia de la que está siendo víctima al igual que otras personas de escasos recursos económicos, mientras quienes están en el poder aprovechan su posición para gobernar a su antojo y con imparcialidad, enfatizó.
