EFE
JERUSALÉN.- El presidente de Israel, Moshe Katzav, fue interrogado ayer por la Policía durante siete horas sobre las acusaciones de acoso sexual que han presentado contra él antiguas colaboradoras.
La investigación la solicitó el propio Katzav al denunciar en julio que una ex secretaria le hacía chantaje y amenazaba con denunciarlo por acoso sexual si no le pagaba 50 mil dólares y le concedía un cargo superior al que había ejercido.
Desde entonces, y como dijo ayer a la versión electrónica del diario Haaretz una fuente policial anónima, la investigación ha ido ampliándose y revelando que el asunto es más grave y complejo de lo que parecía al principio.
El interrogatorio de ayer fue precedido por una operación policial en la residencia y la oficina privada del presidente israelí, donde se incautó del ordenador personal de Katzav y disquetes, entre otro material.
La Policía analizó los documentos intervenidos, pero antes del interrogatorio de ayer informó a Katsav que dos mujeres lo denunciaron por acoso.
La principal acusadora, designada por los investigadores como A., afirma que Katzav la amenazó, entre otras cosas, con despedirla para obtener de ella favores sexuales.
Tras el largo interrogatorio de ayer, la Policía israelí anunció que seguramente citará de nuevo al presidente otras dos veces, y es posible que quiera hablar también con su esposa, Gila, con la que Katzav lleva casado desde 1969.