EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- La mala nutrición en la madre, el consumo de drogas, de alcohol y de tabaco; las infecciones por bacterias o virus (rubéola y varicela) durante el embarazo y la consanguinidad (parentesco) de la pareja y la edad de la mujer (menores de 20 años o mayores de 35), están entre las principales causas de las alteraciones congénitas más frecuentes en recién nacidos: cardiopatías, labio leporino y paladar hendido e hipotiroidismo.
Rómulo Moreira Flores, director del Hospital General del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), dijo que los factores genéticos ocupan un lugar importante en el desarrollo de las alteraciones fetales.
Cualquier pareja, dijo, es susceptible de tener un hijo con malformación por lo que se recomienda llevar un buen control y vigilancia prenatal y, en caso de antecedentes familiares y de otros factores de riesgo, es conveniente realizar un estudio de desarrollo fetal después de la semana quince para analizar sus células.
Señaló que la cardiopatía congénita la presenta uno de cada cien recién nacidos: por lo general se trata de problemas que tienen solución con la cirugía. En segundo lugar se encuentra el labio paladar hendido, que afecta a uno de cada mil 500 y se corrige en quirófano.
Uno de cada dos mil niños nacen con síndrome de Down y es irreversible: el hipotiroidismo lo tiene uno de cada dos mil y se puede evitar el retraso mental si se diagnostica a tiempo con el tamiz metabólico (prueba de talón).
Respecto a la consanguinidad, menciona que una pareja que son parientes y quieren procrear hijos tienen más posibilidades de que éstos desarrollen alteraciones congénitas debido a que se suman por las dos partes los riesgos de enfermedad. En el caso de los hermanos comparten hasta el 50 por ciento de información genética y de primos hermanos el veinticinco por ciento, cantidades altas comparadas al 0.1 de los que no tienen relación sanguínea.
Cualquier pareja, aclaró el médico, aun sin ser parientes, tiene un riesgo determinado por sus propios antecedentes familiares. ?Estar conscientes de esto obliga a pensar que no existen seres perfectos, ni la mujer más bella ni el hombre más atlético pueden pensarse como ideales de procreación, ya que la influencia genética milenaria siempre está latente y en cualquier momento puede generarse alguna alteración?.
Para tratar de prevenir las enfermedades congénitas, es recomendable que la pareja conozca sus antecedentes familiares, busque información profesional para saber que opciones tiene, además de evitar los factores de riesgo mencionados.
