DESTRUYE EXPLOSIÓN IMPORTANTE TEMPLO SHIÍ EN SAMARRA.
Atacan grupos exaltados cien mezquitas suníes en Bagdad.
EL PAÍS
BAGDAD, IRAK.- No hubo muertos, pero el atentado contra la Mezquita Dorada de Samarra en la madrugada de ayer desató tal reacción entre los shiies de Irak que el propio presidente, Yalal Talabani, admitió el riesgo de una guerra civil. Grupos de exaltados atacaron cien mezquitas suníes de Bagdad y asesinaron a tres imanes y tres fieles de esa confesión. El máximo líder espiritual shii, el gran ayatolá Alí Sistaní, pidió calma a sus seguidores, pero otros dirigentes de esa comunidad pueden intentar sacar provecho político de la provocación.
?Este crimen horrible es una advertencia de que existe una conspiración contra los iraquíes para desatar una guerra fratricida?, declaró Talabani en un mensaje televisado a la nación. ?Debemos trabajar juntos contra ese peligro, el peligro de una guerra civil, que es el mayor porque amenaza nuestra unidad y nuestro país con la devastación?, señaló el presidente iraquí, un suní laico perteneciente a la minoría étnica kurda. El primer ministro, el shii Ibrahim al Yafari, decretó tres días de luto oficial y la principal autoridad suní, el Consejo de Ulemas, condenó el atentado.
Al amanecer, varios hombres vestidos con uniformes de la Policía lograron reducir a los guardianes de la Mezquita Dorada y colocar las cargas explosivas que destrozaron su famosa cúpula. Era el revestimiento dorado de ese domo el que había dado el sobrenombre de Dorada a la aljama de Al Askari, uno de los principales lugares santos de los shiies, que constituyen el 60 por ciento de la población iraquí. El consejero de Seguridad Nacional, Muafaq al Rubai, anunció más tarde la detención de diez personas en la propia Samarra. Tras la explosión, numerosos habitantes shiies de esa ciudad mayoritariamente suní situada a 125 kilómetros al norte de Bagdad se echaron a la calle para condenar el atentado.
Además de consignas contra el terrorismo, los manifestantes acusaron a las tropas estadounidenses y el Gobierno iraquí de no proteger los santuarios. ?Si las Fuerzas de Seguridad son incapaces de asegurar la protección necesaria, los creyentes pueden hacerlo con la ayuda de Dios?, manifestó a través de un comunicado el ayatolá Sistaní.
El líder espiritual de los shiies iraquíes, que desde el derribo de Saddam Hussein, ha ejercido un papel moderador a pesar de las agresiones a su comunidad, pidió contención en las protestas.
Dispuesto a aprovechar cualquier ocasión, el populista Muqtada al Sadr, un clérigo de bajo rango con gran predicamento entre los desheredados shiies, anunció a través de un ayudante que sus seguidores no van a limitarse a condenar y protestar, sino que ?actuarán contra los atacantes?. De hecho, su milicia, el Ejército del Mahdi, parece estar detrás de algunos de los ataques a mezquitas y enfrentamientos con suníes que dejaron seis muertos sólo en Bagdad. Algunos líderes políticos de esa comunidad pidieron protección para sus oficinas y los barrios suníes.
Cien presos han muerto en manos de EU
El grupo de defensa de los derechos Human Rights First (HRF) hizo ayer público un informe que detalla los cerca de cien casos de detenidos que han muerto bajo custodia de Estados Unidos desde 2002 en cárceles de Irak o Afganistán. De las 98 muertes, al menos 34 se confirmaron finalmente como homicidios causados por ?una conducta imprudente o intencionada?, y otras 11 levantan muchas sospechas.
Entre ocho y 12 prisioneros fueron torturados hasta la muerte a manos del Ejército de Estados Unidos (EU), según el informe Responsabilidad del Mando: Muertes bajo custodia de Estados Unidos en Irak y Afganistán. Pese a las muertes, no existen cargos contra los responsables o las sentencias son mínimas. Sólo han recibido castigo los responsables de 12 de los fallecimientos.
Deborah Pearlstein, directora del Programa de Ley y Seguridad de EU de HRF, asegura que ?si EU quiere ser serio en prevenir la tortura, debe haber responsables desde el principio hasta el final de la cadena de mando?.
El Pentágono declaró que no ?había visto el informe?, pero que tomaba ?muy en serio? las alegaciones de maltrato y adoptaría las medidas necesarias de probar sea ?cierto?. El embajador de EU en Irak, Zalmay Jalilzad, aseguró, también a la cadena británica, que los abusos existían. ?(Los soldados estadounidenses) son seres humanos, violan la Ley, cometen errores y tienen que hacerse responsables de ellos?, dijo. ?Lo bueno de nuestro sistema es que hace a la gente responsable de sus actos?.
La organización cita en las 82 páginas del informe el caso de un prisionero que fue lanzado desde un puente al río Tigris
-Irak- y el de otro que murió asfixiado en un saco de dormir.