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MONTREAL, CANADÁ.- Las enormes sumas gastadas en Irak y Afganistán en la lucha contra el terrorismo se hace en detrimento del combate contra la pobreza, afirmó ayer el organismo canadiense “Realidad sobre la ayuda” (RAN, por sus siglas en inglés).
En su informe anual dado a conocer en Ottawa, Canadá, en Afganistán e Irak se gastaron diez de los 27 mil millones de dólares (mmdd) provenientes de nuevos programas de ayuda de países donadores que se suponían iban a ser destinados a combatir la pobreza entre los años 2000 y 2004. La lucha contra el terrorismo, según el informe, ha creado “enormes presiones para convertir a la seguridad nacional en el objetivo clave de la política exterior de los países donadores”.
Como resultado, según RAN, la integridad de los recientes aumentos en los presupuestos de ayuda exterior ha quedado comprometida por las presiones para cambiar los criterios de “lo que se debe contabilizar como ayuda”.
Gerry Barr, presidente del Consejo Canadiense para la Cooperación Internacional (CCCI), declaró que no se pueden contabilizar las operaciones militares como “desarrollo” aduciendo la inseguridad en los países en desarrollo.
Estados Unidos y Australia son los países que más clasifican sus gastos militares como ayuda al desarrollo, pero Canadá también figura en el informe que va de 2001 a 2004, con un 28 por ciento del presupuesto de ayuda exterior de Ottawa usado en Irak y Afganistán.
Estados Unidos, Australia, Holanda y “quizás Canadá” presionan para cambios en las reglas de manera que la “ayuda al desarrollo” incluya las “reformas militares y la modernización”, según el RAN.
Un Comité de ministros del Desarrollo de los países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) discutirá los cambios de regla en 2007, de manera que incluirá la ayuda militar en la ayuda al desarrollo, según los organismos canadienses.
