Imitaciones de todo tipo de artículos mantienen invadido el mercado local, dice comerciante
El Siglo de Durango
La piratería hace estragos no tan sólo en la ropa, discos compactos o películas, también en la venta de refacciones para los vehículos. Roberto Mendívil Domínguez, presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), explica que la presencia de esta clase de productos daña la economía de las empresas formales.
Declara que actualmente, la venta de piezas ?similares? a las de marca es un problema que existe en la entidad y que, por ende, repercute en sus finanzas.
El empresario duranguense resalta que las personas que compran esta clase de productos se dejan llevar por el precio y por la supuesta calidad que tienen; sin embargo, son presas de un engaño.
?Una vez hicimos el ejercicio, a un vehículo de nosotros le pusimos una calavera taiwanesa que nos decían que era de la misma calidad de las que vendíamos. En un principio se veían iguales pero al mes y medio se veía rosa; luego, a los tres meses le podías hacer hoyos con el dedo. Pero son falsificaciones muy bien hechas, son como los relojes y algunas joyas, están tan bien hechos que hasta pesan lo mismo?, glosa.
Las piezas en una primera impresión parecen ser de buena calidad pero, en realidad, carecen de las características de aquellas que tienen el respaldo de una marca, insiste Mendívil Domínguez.
Aunque las agencias automotrices formalmente establecidas no resienten la falta de clientes en sus talleres -ya que éstos prefieren tener la tranquilidad de que su auto lleve piezas originales al momento de ser reparado-, el impacto de la piratería lo observan en otra área.
?Nosotros tenemos ventas al mayoreo, que surtimos a las refaccionarias que están inclusive en otros municipios?, narra y enseguida explica que la competencia desleal ocasiona que sus ventas decaigan en este sentido.
Y es que en ocasiones, varios de sus clientes prefieren surtirse con los ?piratas?, ya que el precio es menor y tienen un margen de utilidad mayor. Es decir, mientras que los formales venden un producto a 100 pesos, los otros la pueden ofertar hasta en 40 pesos.
?En algunos casos, no toda la gente es igual, pero es como en los discos, deciden comprar lo ?pirata?. Eso se ve mucho en economías informales, no tanto en locales ya establecidos. Eso se da en las calles, en los puestos?, opina.
?La piratería es un problema muy serio. Yo creo que los ?chocolatos? son como los ?piratas?. Porque traen vicios ocultos, los compras muy baratos y al rato nos vemos con que no hay refacciones?, indica Mendívil Domínguez.
Pide acción
Isaac Maturino Soria, presidente de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño (Canacope), estima que hace falta mayor coordinación para combatir la piratería.
?Desgraciadamente no nos ponemos de acuerdo. Hay un comité contra la piratería que convoca cada mes la Delegación de la PGR. En ese comité se habla de pirataje pero quieren que les digamos cómo, dónde y cuando (se vende la piratería), nosotros somos representantes de cámaras, de todos es sabido dónde hay y dónde está lo informal?, expresa.
Desde su perspectiva, en lo que se ha incidido es en la venta de discos compactos ?piratas?, pero aún quedan muchos asuntos pendientes.
?Para la PGR es difícil porque deben tener una querella en donde la marca afectada la interponga para que puedan actuar. Para tener esas querellas hay que corretear a los dueños de las marcas que son extranjeras?, razona.
