EFE
HOUSTON, TEXAS.- Una tormenta con vientos de hasta 160 kilómetros por hora y granizos del tamaño de una pelota de beisbol causó daños, pero no víctimas, en el norte de Texas, informaron ayer los servicios de emergencia.
Las fuentes dijeron que la tempestad desatada en la madrugada de ayer, causó daños en edificios, casas, decenas de automóviles y unas quince aeronaves en el aeropuerto municipal de Gainesville, y otras ciudades de una amplia franja de la región. El científico Jesse Moore, del Servicio Nacional Meteorológico, declaró a los medios de comunicación tejanos que la tormenta tenía las características de un tornado.
Por su lado, el jefe de la Policía de Gainesville, Carl Dunlap, dio a conocer que no recibió informes sobre víctimas. Agregó que muchos automóviles fueron dañados por árboles que les cayeron encima. Al menos quince aeronaves resultaron averiadas en los hangares del aeropuerto municipal, de acuerdo a los informes de las autoridades de la terminal aérea.
Al margen de esta tormenta, otras lluvias torrenciales cayeron en el norte de la región de Dallas-Fort Worth durante la pasada noche, según fuentes de los servicios meteorológicos del área.