Durango

Afrontan a duras penas el frío

Nadie les ha ofrecido ayuda; las autoridades han olvidado completamente a los habitantes de la zona

El Siglo de Durango

Entre polvaredas, los habitantes de la colonia Las Gaviotas afrontan las bajas temperaturas que están azotando al municipio de Durango, protegidos sólo por sus casas de cartón, algunas cobijas en mal estado y ropa de invierno rota, pues nadie les ha ofrecido ayuda para aminorar los estragos de la naturaleza. El DIF estatal, el municipal y otros organismos de servicio, parecen no saber que esta colonia y sus habitantes existen.

Los niños juegan entre la tierra porque este asentamiento ubicado en el sur de la ciudad, a un costado del bulevar Primo de Verdad, no cuenta con pavimento, tampoco con los servicios básicos de agua, luz ni drenaje, pues desde su creación, hace cinco años, nunca ha sido registrada y, por consecuencia, son ignorados por las autoridades municipales y del Estado. Personajes que hoy son legisladores y gobernantes sí fueron en su momento a pedir el voto; ahora nadie se acuerda de ellos.

Las casas de los habitantes de Las Gaviotas carecen de protección adecuada, pues las láminas de cartón con las que se construyeron se observa que están llenas de agujeros, condiciones que se hacen patentes a ahora que las inclemencias del tiempo son extremas y cuando el frío logra introducirse fácilmente a las endebles viviendas, afectando en especial a los menores de edad que nada tienen para cubrir sus débiles cuerpos.

Las amas de casa de esta colonia tienen que lidiar a diario con las enfermedades que están afectando a sus hijos; algunas de ellas en un intento desesperado por conservar la salud de sus menores, prefieren no enviarlos a la escuela con el temor de que empeore su salud y otras para no exponerlos a contagiarse con los padecimientos propios de la temporada.

Rosa María Herrera Macías, residente de este marginado conjunto habitacional ha dejado de atender en parte sus quehaceres cotidianos porque mantiene a una de sus hijas de nueve años en la cama porque desde hace tres días sufre de enfermedades respiratorias y carece de recursos para que la pueda atender un médico, Se encuentra desesperada porque no tiene recursos para trasladarla a un centro hospitalario. Su única esperanza es el Programa Oportunidades promovido por la Secretaría de Desarrollo Social y si dan resultado las gestiones que ha llevado a cabo, espera el lunes próximo poder llevarla a un hospital, mientras tanto, pensativa y apesadumbrada, se conforma con acercar vasitos de té a la paciente y a tratar de que no salga o mantenerla en donde no reciba corrientes de aire.

Las condiciones actuales de marginalidad en que vive Rosa María, no las minimiza y trata de atenderlas con los apoyos que ahora tiene. Su esposo trabaja de albañil, pero no es suficiente lo que gana porque cuentan con siete hijos con edades de 13, 11, nueve, ocho, cinco, cuatro años y uno más de cuatro meses.

Con un gesto de desesperación en su rostro, la entrevistada, en forma de reclamo señala: ?a esta colonia nadie viene a apoyarnos porque no está registrada, pero por otro lado nos enteramos que sí ayudan a otras como la Gobernadores?. De las funcionarias o voluntarias del DIF, dice no saber nada; menos de los diputados u otros políticos.

El reclamo no sólo es de ella, sino también de sus vecinos, quienes argumentan que carecen de las suficientes cobijas y ropa de invierno para afrontar los fríos; no obstante, algunos de ellos mantienen la esperanza y esperan ser ayudados ?aunque sea con una despensa?, pero saben que a lo largo de cinco años esta petición se ha transformado también en polvareda que se lleva el viento y tras aplacarse los polvos, sigue vigente la necesidad y la pobreza.

También ante el riesgo de que contraigan enfermedades de las vías respiratorias, entre otras, la señora Bibiana Meléndez Olguín, ama de casa, prefiere no enviar a sus hijos de 12, 11 y seis años de edad a la escuela. ?porque no tienen suéteres ni chamarras para protegerse de las bajas temperaturas?, dice.

?Ahora están bien, pero no los mando porque se me pueden enfermar, ya que en las mañanas es cuando hace más frío y si alguno de ellos necesita atención médica, no tengo dinero paran llevarlo a consulta, menos para las medicinas?, expresó.

En el interior de su hogar de la entrevistada, se observa la carencia de cobijas, así como un calentador eléctrico, el cual no puede operar porque la colonia no tiene la suficiente luz eléctrica, pues la están hurtando de la línea del bulevar Primo de Verdad y al llegar a su casa el voltaje es mínimo.

Debido a las carencias que tienen para cubrirse de las bajas temperaturas al interior y exterior de sus hogares, señalan los vecinos que lo único con lo que se pueden preparar para afrontar el frío es con sus braseros de leña, los cuales sólo utilizan al cocinar y afuera de sus cuartos para evitar alguna intoxicación.

Saben los habitantes de Las Gaviotas que nadie les hace caso, que se encuentran marginados y en terrenos irregulares; carecen de los servicios básicos y nadie les hace caso, pero aún tienen la esperanza de que alguna autoridad gubernamental acuda a su colonia a auxiliarlos.

La queja es generalizada: carecen de recursos económicos para adquirir cobijas y arreglar sus hogares con la finalidad de prevenir los padecimientos derivados del frío.

Y mientras tanto, los pronósticos de la Comisión Nacional del Agua (CNA) indican que las bajas temperaturas continuarán; y anuncia que serán menores a los diez grados bajo cero que se registraron en la ciudad durante el pasado miércoles.

Promesas de ayuda

El DIF Estatal, en coordinación con Protección Civil municipal anunció que realizará operativos para recolectar cobijas y ropa entre la ciudadanía, para posteriormente destinarlas a la gente de escasos recursos económicos que las necesita de las colonias de la periferia y otros lugares, aseguró Francisco Fournier Drew, director de la institución.

Reconoció el funcionario que no hay recursos que alcancen para cubrir todas las necesidades y el DIF no tiene para darles a todos, por lo que tienen que trabajar coordinadamente con Protección Civil quien dirá si tienen la facilidad de apoyar con algo hacia ciertas partes.

Fournier Drew adelantó que ?la crítica destructiva siempre está en el destino que tienen de ¿por qué se la diste a ella y no a nosotros?, por eso tenemos que hacer un trabajo conjunto con la sociedad civil?. ?Repartirnos como Gobierno para juntar ropa y atenderlos?, es lo que debemos hacer, dijo.

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