EL SIGLO DE TORREÓN
MATAMOROS, COAH.- Dos elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM) resultaron lesionados durante una riña campal que terminó por causar daños materiales en las unidades que acudieron y donde los dos únicos detenidos acusan a la Policía de haberlos remitido sin razón buscando culpables.
Fue pasadas las ocho de la noche del domingo cuando mediante una llamada telefónica a la DSPM se reportaron los hechos violentos suscitados en las inmediaciones de la calle Marino Ortiz y avenida Doctor Eusebio Herradón de esta ciudad.
Al lugar arribaron los elementos de la unidad 1732 de la DSPM, quienes manifestaron que al llegar fueron recibidos a botellazos por unos sujetos y que incluso una botella de cerveza que les fue lanzada estrelló el parabrisas de esta unidad, por lo que los policías pidieron apoyo para someter a los revoltosos, llegando las unidades 1753 y 1759 con la intención de remitir a los agresores.
Sin embargo, a los primeros jóvenes se les sumaron otros más, según la versión dada por la Policía y fue entonces cuando de un ladrillazo en la pierna izquierda salió lesionado el policía Jesús Hernández Padilla al igual que Jesús Martínez Castañeda quien también resultó lastimado del brazo izquierdo tras ser lapidado.
Ambos fueron llevados a Cruz Roja para su inmediata atención médica y mientras tanto la riña campal continuaba al igual que los actos vandálicos donde una mujer llamada Leticia Ávalos Adame, manifestó ser víctima de daños ocasionados a su vivienda ubicada en calle Doctor Eusebio Herradón número 611 de la colonia Hortalizas.
Los únicos detenidos fueron los hermanos Gerardo y Rodolfo Hernández Contreras, ambos de 19 años de edad, con domicilio en la calle Marino Ortiz, número 506 sur, quienes negaron haber participado en la trifulca. ?Nosotros fuimos por cerveza y nos detuvieron porque nos vieron en la calle pero nosotros no andábamos en el pleito?, asegura Rodolfo, quien acusó a los policías de haberlo golpeado sin motivo con las pistolas en las costillas al grado de desmayarlo.
Debido a esta detención, el padre de ambos quien responde al nombre de Jesús Reza Mireles, acudió a las instalaciones de la DSPM, pues como él mismo narra, la gente le comentó de la presunta golpiza que los policías propinaron a sus hijos tras llegar del juego de beisbol, sin embargo, reconoció que no estaba en sus cinco sentidos tras haber tomado unas cervezas.
Sin más, el padre de los detenidos también fue puesto en el interior de una de las celdas de la cárcel municipal y mostró algunos golpes que tenía al igual que sus hijos.
Siempre no
Una mujer nombre Rosa Isela De Santiago Cuevas, de 19 años de edad, llamó a la Policía solicitando ayuda debido a que se dijo ser víctima de una golpiza propinada por su esposo de nombre Carlos Javier González Basurto, de 23 años de edad.
Fue así como la unidad 1760 de la DSPM se trasladó a la calle Rayón s/n entre Cinco de Mayo y Zuazua de la colonia Santa Mónica, domicilio donde la víctima permitió a los agentes que entraran a su domicilio y se llevaran a su esposo.
Sin embargo, éste se resistió pero una vez arriba de la patrulla, su esposa -Rosa- se molestó muchísimo con los agentes porque lo sometieron debido a que no se dejaba esposar, a raíz de esto ella pidió a los policías que lo dejaran libre porque lo estaban lastimando y que ya no quería nada. De igual manera Carlos quedó a disposición del Ministerio Público del fuero común.