luego de casi dos meses de campañas sosas y discursos vacuos, los candidatos a la Presidencia de la República con mayores probabilidades de triunfo han despertado... pero sólo para iniciar los ataques contra sus contrincantes. Los temas importantes parecen no figurar en las agendas de los aspirantes. La vida política nacional gira en torno a los embates de los contendientes, y los problemas que tendrían que preocupar a la sociedad entera, no son discutidos como debieran en los espacios públicos.
Esta semana inicia el Foro Mundial del Agua y el Foro Internacional en Defensa del Agua en la Ciudad de México, y hasta el momento de escribir este artículo, ninguno de los tres candidatos principales ha presentado, lejos de toda vana retórica y de los lugares comunes, una propuesta clara y concreta acerca de la problemática que enfrenta México, al igual que todo el planeta, para garantizar la disponibilidad del líquido a futuro.
El político que relega el tema del agua a segunda categoría demuestra una profunda ignorancia, o bien, un cínico desinterés por los asuntos que son de vital importancia para las personas a las que pretende servir.
La problemática del agua en nuestro país puede abordarse desde distintos enfoques: ecológico, social, sanitario, económico y cultural, pero siempre se llegará a la conclusión de que son urgentes políticas públicas encaminadas a proteger el recurso y garantizar que la población entera tenga acceso a él, para las cuales se requiere, primero, abundantes y serios estudios sobre la disponibilidad, explotación y calidad del mismo.
Cabe en este momento hacer referencia a algunos datos y cuestiones fundamentales sobre el tema que bien valdría la pena que los candidatos tuvieran en cuenta:
*México es considerado a nivel mundial como un país que tiene baja disponibilidad de agua, en donde cada año llueve en promedio mil 511 kilómetros cúbicos, el equivalente a una piscina del tamaño del Distrito Federal de un kilómetro de profundidad. El 72 por ciento de ese líquido se evapora y cada vez llueve menos.
*La agricultura, la ganadería y la industria consumen el 87 por ciento del agua en el país; el 13 por ciento restante se destina al consumo doméstico.
*La mitad de los mantos freáticos del país cuya disponibilidad de agua ha sido publicada están sobreexplotados, es decir, se extrae de ellos más líquido del que ingresa.
*Alrededor del 80 por ciento de los acuíferos presentan contaminación a distintos niveles.
*Ni siquiera la mitad de las aguas residuales del país reciben tratamiento antes de ser descargadas.
*En los últimos 50 años, la disponibilidad de agua por habitante ha disminuido de 11 mil 500 metros cúbicos a cuatro mil 900 metros cúbicos por año. De continuar la sobreexplotación a los niveles de ahora, se prevé que en los próximos 20 años la disponibilidad baje hasta tres mil 500 metros cúbicos anuales por habitante.
*El diez por ciento de los mexicanos todavía carece de agua potable.
*Cada vez resulta más caro extraer del subsuelo el recurso hídrico para el consumo humano y cada vez es más complicado para los sistemas locales llevarla a toda la población.
*Los especialistas prevén que, debido a la dificultad en el abasto de agua potable y a la tendencia privatizadora sobre el recurso, en un futuro no muy distante se presenten conflictos sociales de grandes magnitudes.
Esta realidad actual y posible obliga a repensar el problema como un asunto de Seguridad Nacional, al cual el futuro presidente de la República tendrá que prestar todo el cuidado y atención para evitar que la situación haga crisis. Pero para esto, primero los candidatos deberían mostrar algún interés e incluir el tema en sus agendas y discursos, lo cual, hasta ahora, no se ha visto.