La guerra sucia se ha desatado y no respeta a nadie. La ambición de los partidos por alcanzar la victoria el próximo dos de julio ha provocado el desprestigio mutuo, la calumnia, la difamación y el linchamiento, que ha tenido como principal consecuencia la pérdida de la credibilidad y de la confianza en los partidos políticos.
Esta guerra mediática y de desprestigio ha alcanzado a la escritora Elena Poniatowska, quien cometió el “error” de participar en un spot para manifestar su apoyo a Andrés Manuel López Obrador. La autora de La Noche de Tlatelolco simplemente ejerció su derecho como el de cualquier mexicano, de manifestarse de acuerdo a sus preferencias políticas. El uso de la imagen de personalidades en campañas políticas no es nuevo, ¿quién no recuerda en el año 2000 el apoyo de Juan Gabriel y de Carmen Salinas a Francisco Labastida Ochoa, mientras Kate del Castillo y su padre Erick, apoyaban a Vicente Fox? Ninguno de estos artistas fue víctima de un ataque de desprestigio como el que ahora sufre la periodista de ascendencia polaca.
El mencionado anuncio se inicia con un letrero de película de cine mudo y una voz en off que dice: “Ahora resulta que los Segundos Pisos del Periférico fueron hechos con”, y entra la imagen de la escritora Elena Poniatowska afirmando: “con ahorro y buen Gobierno”. Luego, la voz en off agrega, engolada: “¿Buen Gobierno?”, entonces la pantalla se divide y se ven los conocidos videos de Bejarano y Ponce incurriendo en actos de corrupción.
En la siguiente secuencia aparece a cuadro la imagen de un López Obrador con mala facha y la voz en off agrega: “López Obrador permitió esto. Que no te engañen. López Obrador es un peligro para México”. La última frase está apoyada por un letrero diseñado con intención alarmista. El spot está firmado por el PAN.
La indignación de la comunidad intelectual fue inmediata. Escritores han manifestado su apoyo a Poniatowska. Ante esta situación, Fernando del Paso consideró una atrocidad utilizar en el mencionado comercial “a un personaje tan querido y admirado como Elena Poniatowska; es una barbaridad más del PAN con objeto de desprestigiar a como dé lugar a Andrés Manuel López Obrador”.
Mientras que para el escritor Carlos Montemayor el spot panista “es una muestra de la peligrosidad latente y futura, en esta guerra sucia entre partidos políticos que cada vez se parecen más entre sí en esta guerra de marketing en los medios para crear diferencias artificiales entre la élite o cúpula del poder que controla la vida económica y política del país”.
La polarización del ambiente político es cada vez mayor, lo que pondría en peligro el desarrollo de las elecciones y sobre todo, la aceptación de los resultados que arrojen los comicios.
Las campañas, alejadas de propuestas, únicamente han logrado dividir al país en buenos y malos. Los primeros son aquellos que se oponen a la llegada de AMLO y los segundos, quienes apoyan al PAN o en el peor de los casos al PRI.
A pesar que la Ley electoral prohíbe que en los procesos se hagan campañas de calumnia y difamación, hasta el momento, el Instituto Federal Electoral no se ha pronunciado al respecto, al tiempo que sube la visceralidad de los anuncios. Por este motivo es urgente que el IFE adopte su papel de árbitro de la contienda y calme las aguas que cada vez se vuelven más turbias.
Son muchas las voces de los especialistas que advierten que la democracia en México necesita consolidarse y con estos ataques se entra en un clima de intranquilidad.
Hasta el momento la guerra ha sido solamente verbal, pero debemos tener cuidado y estar atentos como sociedad, porque finalmente se corre el peligro de que el ruido pueda transformarse en algo más.
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