La semana pasada Coahuila ocupó los titulares con noticias referentes al narcotráfico, hoy la nota la da Durango. En el municipio de Tamazula, en los límites con el estado de Sinaloa, seis personas fueron asesinadas con arma de fuego.
De acuerdo a la información proporcionada por la Procuraduría General de Justicia del Estado de Durango (PGJE), el multihomicidio ocurrió alrededor de las 06:00 horas al parecer por la disputa de un cargamento de marihuana.
Este hecho es el segundo que ocurre en lo que va del año en ese municipio de la sierra duranguense, donde el pasado 31 de enero siete personas fueron asesinadas con armas de fuego y tres más fueron lesionadas y atendidas en Culiacán, Sinaloa. A estos homicidios se suma la ejecución a balazos de tres personas ocurrida en los primeros días de febrero también en Tamazula.
En este contexto los actos delictivos relacionados con el narcotráfico resultan por demás preocupantes para las autoridades, así como para la población de la Comarca Lagunera, zona conformada por los estados de Coahuila y Durango.
Y es que aunque los mandatarios traten de minimizar los hechos y nieguen que la ola de violencia haya rebasado a las autoridades, la verdad es que la población se está acostumbrando, por desgracia, a ver notas de ejecuciones y decomisos, las cuales eran hasta hace poco extraordinarias en la región.
Hasta el momento ni Humberto Moreira, gobernador de Coahuila, ni Ismael Hernández Deras, ejecutivo de Durango, han promovido un encuentro para, además de buscar el desarrollo conjunto de la zona conurbada, abordar temas tan importantes como la seguridad.
Urge tomar medidas de protección para “blindar” a ambos estados, ante la amenaza del problema del “narco” que cada día que pasa está más latente.