EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Una pirámide de siete metros de altura, más de 300 disfraces, armaduras, túnicas y un sinnúmero de accesorios que recrean el antiguo Egipto son la apuesta principal de Aída, Ópera Monumental en Fuego.
Originalmente programado para mayo pasado en Gómez Palacio, este magno espectáculo se presentará en Torreón el próximo 23 de septiembre, teniendo como sede el Estadio Revolución, según informa la empresaria Rosario Partida.
Porque La Laguna se ha convertido en ?una plaza fuerte?, la compañía Arts Concerts incluyó a Torreón entre las únicas tres ciudades en donde se presentará este majestuoso espectáculo, luego de Monterrey (en donde se estrenará a nivel mundial) y antes del Distrito Federal.
Aída, el clásico de Guiseppe Verdi, se montará en un estadio debido a sus características especiales: El epicentro escenográfico es una gran pirámide de siete metros de altura, con detalles a simple vista de corte minimalista, pero que con el desarrollo de la trama se transforma en un personaje más de la puesta en escena, hasta asumir el rol de protagonista en muchos momentos climáticos.
Verdi escribió Aída en 1867, conjugando elementos y progresos que ya venían dándose en sus anteriores creaciones para la lírica, como la sustitución de números sueltos por largas escenas unificadas, una instrumentación mucho más trabajada y la utilización -aunque no sistemática- del recurso de Leit Motiv.
Ahora, Arts Concerts reúne lo mejor de las artes escénicas con los últimos adelantos tecnológicos, lo que da como resultado una sucesión continua de postales vivientes del antiguo Egipto.
En Aída, cada melodía expresa la situación dramática y refleja estados de ánimo de personajes específicos. Desaparecen por completo los acompañamientos simples y la orquesta pasa a tener un rol muy destacado. Igualmente, se da un tratamiento superior del coro, como nunca antes lo había logrado Verdi con tanta grandiosidad, llegando a su clímax en la famosa escena triunfal del segundo acto, momento referencial de la historia del género operístico.
Los boletos ya están disponibles en las taquillas del Estadio Revolución, informes al 53-25-9000.
LA HISTORIA
La ópera narra la historia de Aída, una joven etíope esclava de los egipcios, quien vive enamorada del guerrero Radamés, que la corresponde en secreto.
Las tropas etíopes dirigidas por Amonasro, padre de Aída, invaden Egipto, batalla para lo cual se convoca a todo el Ejército. Vence Egipto y toman prisioneros, entre ellos a Amonasro. El rey de Egipto concede un deseo a Radamés, que por su amor hacía Aída decide liberar a los cautivos.
Pero el rey libera a todos, menos a Amonasro y concede la mano de su hija, una joven llamada Amneris, a Radamés. Aída y su enamorado se ven a escondidas y planean fugarse, por lo que el guerrero confía a su amada la situación de sus tropas y una serie de intrigas y aventuras rodean la trama, enmarcada por las hermosas voces de los solistas.
EL ORIGEN
Aída fue la vigésimo cuarta y antepenúltima ópera de Giuseppe Verdi, escrita en 1867.
-Siempre han resultado confusos los antecedentes que señalen con certeza el motivo principal de la composición de esta grandiosa obra inspirada en el antiguo Egipto.
-Mientras por una parte se afirma que la ópera fue encargada a Verdi para realzar los festejos de la apertura del Canal de Suez, también se consigna que fue solicitada al maestro por el virrey de Egipto para inaugurar el nuevo Teatro de la Ópera de El Cairo.
-El Teatro de El Cairo estaba interesado en que una ópera de temas egipcios subiese a sus tablas y así fue como se planificó la primera representación de Aída para enero de 1871.
-Sin embargo, el estallido de la guerra franco-prusiana motivó el retraso de la llegada por barco desde Francia de la costosa escenografía y vestuario e hizo que esta fecha sufriera más de una postergación.
-Así, el estreno tuvo lugar el 24 de diciembre de ese año, ante la presencia de un público cosmopolita que le dio inmediata aprobación y fama.
-El estreno de Aída en Italia se llevó a cabo en Milán en febrero de 1872, con la dirección del propio compositor y con una respuesta del público muy calurosa. Para este estreno italiano, Verdi agregó el aria Oh Patria Mía, con que el personaje central abre el tercer acto de la obra.