El dueto Air Supply cautivará esta noche a los laguneros.
El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Los años no pasan en vano. Graham Russell y Russell Hitchcock ya no son los mismos jóvenes que iniciaron hace 30 años con el proyecto llamado Air Supply, sin embargo siguen conservando el talento que los lanzó a la fama, y sobre todo, todavía llevan consigo esas ganas de transmitir el romanticismo por medio de su música.
La pareja llegó ayer a La Comarca alrededor de las cuatro de la tarde, para presentarse esta noche en los conciertos que ofrecerán en el Teatro Nazas a las 19:30 y 21:30 horas.
Durante la tarde, Graham Russell dijo brevemente a este medio que la de hoy será la cuarta vez que cantarán en La Comarca. Su compañero Russell Hitchcock, optó por el silencio e irse apresuradamente.
Cortés pero ?encarrerado?, el alto intérprete señaló que por lo pronto su próxima meta en la vida es despertar hoy; posteriormente dijo que en enero de 2007 Air Supply sacará a la venta otro material, en donde incluirán el tema All Love. ¿Y cuánto tiempo piensan seguir cantando? ?forever, ¿why not??.
Más adelante, en una entrevista que otorgaron a una estación de radio, el ?dúo dinámico? señaló que en sus inicios en Australia, jamás imaginaron lo lejos que iban a llegar, afortunadamente a 30 años de distancia ?tiempo en el que se han sentido realizados y satisfechos con su trabajo- siguen estando en el corazón de muchos laguneros.
Pero la venta de discos y todos sus éxitos no los han hecho cambiar, pues como cualquier mortal van al cine, a buenos restaurantes, inclusive a Russell le gusta la jardinería.
¿Y qué hay de su relación luego de tres décadas de andar juntos? Simplemente sigue siendo igual que cuando iniciaron; están muy compenetrados, comparten gustos, las mismas aficiones y tienen la misma cultura.
De México tienen varias cosas qué decir, como que la vida en el país empieza en el interior, no en los lugares turísticos como Cancún, Puerto Vallarta y demás. Ellos recuerdan perfectamente una ocasión, cuando venían en medio de la nada, y vieron un pequeño lugar donde una señora hacía tortillas. Ahí, donde no hay glamour ni grandes complejos turísticos se detuvieron a comer, ¡y vaya que lo disfrutaron!