A tan sólo unas horas de que el alcalde de Gómez Palacio, Octaviano Rendón Arce, anunciara una de las mayores “purgas” en la Secretaría de Protección y Vialidad -con la baja de 56 elementos, la mayoría adicta a alguna droga- se dio otro paso hacia una reestructuración a fondo en el Ayuntamiento: se estableció por meta, el reducir en un diez por ciento la nómina municipal con el despido de personal de confianza.
Es el tesorero, José Antonio Calzada López, quien se encarga de disipar las dudas: el Municipio pretende ahorrar 14 millones de pesos al año por concepto de nómina y entonces se hará lo único que se puede hacer, despedir personal de confianza en una estrategia basada en el egreso; hay que disminuir en un diez por ciento la nómina, por lo que, en caso que haya empleados con altos sueldos, pudiera no ser necesario retirar a más de diez trabajadores, siempre que se cumpla con la disposición de ahorrar esos 14 millones de pesos, o como el propio tesorero lo dice, “si con diez gentes llegamos al diez por ciento, ese es el objetivo, si lo hacemos con cinco, igual”.
La medida -loable, ya que ese ahorro se canalizaría a Obra Pública y Asistencia Social- deja constancia de una preocupación creciente de Octaviano Rendón de limpiar la casa y optimizar los recursos disponibles y que en la forma encuentra en una coyuntura económica en términos generales desfavorable, la excusa perfecta para por fin llegar al fondo de un desorden que se antojaba generalizado.
El tesorero dice que no sólo se reducirá la nómina sino que también disminuirá el gasto por concepto de combustible y que se implementa un programa para hacer adquisiciones consolidadas, que brinden a los proveedores de la Presidencia mejores condiciones de venta y que deje al Ayuntamiento un ahorro considerable.
Hasta el momento no existe ningún elemento que permita cuestionar a Rendón Arce; por el contrario, habría que aplaudir que por fin se haya decidido a meter orden y a empezar a atar todos los cabos sueltos... y que son muchos.