EL Universal-AEE
MÉXICO, DF.- ¿Cuántos romances no se han consumado en el Zócalo capitalino?, millones, y la noche del lunes se dio uno más, cuando Alejandro Fernández en la Plaza de la Constitución conquistó a más de 100 mil personas que asistieron al concierto que ofreció ?El Potrillo?, durante casi tres horas.
Él lo sabía, y en su forma de caminar, pararse y cantar, Alejandro supo que llevaba la ventaja ante los miles de corazones femeninos que se ?desgarraban? con cada tema que interpretaba, los cuales sumaron más de 30. Inició su concierto acariciando el corazón patriótico de los presentes, sumandos aquellos quienes se asomaban por los balcones de los edificios que rodean el Zócalo, y lo hizo cantando Guadalajara, Jalisco y México Lindo y Querido.
Las palabras fueron indispensables en esta conquista, la primera que tiene en el Zócalo capitalino: ?Buenas noches Distrito Federal y México. Me da mucho gusto estar con ustedes y agradecer este gran año. Este es el mejor momento para dar gracias a la gente, al pueblo, al país, porque sin ustedes no sería nada, son mi motor?; sus palabras dieron resultado, ya que los miles de corazones latieron intensamente y le respondieron con un mar de piropos.
Fernández extendió su voz tenue, pero no por ello potente, con la que abrazó a la multitud con temas como Loco, Mátalas, No, Nube Viajera, Serenata Huasteca y Ella. Aunque ella respondía incondicionalmente, Alejandro inyectó una dosis más de seducción con temas como Si nos Dejan, El Rey, Como Quien Pierde Una Estrella, Para Vivir, Qué Lástima, Quiéreme y Sin Tantita Pena, momento en el que puso a prueba un intento más por conquistarla, y le estorbó la ropa, por lo que se quitó la camisa que llevaba puesta, y mostró su torso cubierto por una playera blanca ajustada de manga larga.
Sintió culpa de momento y se confesó ante su amada con Me Dediqué a Perderte, pero la paz llegó a él con una canción que le hizo Tres de Copas, para su disco A Corazón Abierto, el cual no pudo incluir en el material, pero se lo mostró al Zócalo y dejó saber, en una estrofa, que ?seguramente Dios me quiere mucho?.
La enorme bandera, ubicada en el centro plancha, se ondeaba al compás de El Potrillo y del viento que llevó a cada rincón la voz de Fernández y demás temas, como Si tú Supieras, Háblame, No Soy Monedita de Oro, Se me Olvidó Otra vez, Cascos Ligeros y Por Verte Otra Vez.
Sus músicos y el mariachi, fueron testigos del amor que surgió entre la gente del zócalo, (que según cifras oficiales del Gobierno del Distrito Federal eran 175 mil. Alejandro se despidió con temas de Juan Gabriel: Ya lo Sé Que Tú Te Vas, La Diferencia y Te Sigo Amando. ?El Potrillo? concluyó su participación con El Hijo del Pueblo mientras caía una lluvia de papelitos blancos, algunos se llevaron sus fans.