Los futbolistas argentinos creen que haber superado a México en los octavos de final del Mundial de Alemania 2006 ha sido un paso fundamental para su objetivo de llegar a las instancias finales del torneo y que Alemania, el próximo rival, no es tan duro como el anterior.
HERZOGENAURACH, ALEMANIA
EFE
"México tiene mucha movilidad en el campo. Alemania, en cambio, tiene un sistema más clásico y lo conocemos muy bien. Por ahí es más sencillo que contra México, que no sabíamos cómo iba a jugar", dijo el centrocampista Maxi Rodríguez.
Al entender que el equipo Jürgen Klinsmann buscará la victoria desde el comienzo del encuentro, Rodríguez dijo que "eso le conviene a Argentina", que "también saldrá al campo a ganar".
"Alemania y Brasil son los máximos favoritos y nosotros no vamos a cambiar en nada, tenemos muchos días de descanso y vamos a plantear el partido para salir a ganar", aseguró el jugador del Atlético de Madrid.
"Los alemanes tienen la ventaja de ser locales, pero los dos equipos están presionados porque el que pierde se queda fuera. Si Argentina está bien, puede ganar", añadió.
Tras indicar que el conjunto albiceleste "debe corregir errores" cometidos ante los mexicanos, Maxi aseguró que el equipo que dirige José Pekerman "tiene jugadores de mucha calidad" en todas sus líneas.
"Hay muchas variantes, el potencial ofensivo hay que aprovecharlo. Estamos bien arriba y abajo, y hay que lograr un equipo compacto", añadió.
"En la cancha somos once contra once, pero nosotros tenemos que pensar más en nosotros y no tanto en el árbitro o en lo demás", respondió ante una consulta sobre la influencia que la presión localista podría tener en el árbitro del encuentro.
