El Siglo de Torreón
SALTILLO, Coah.- Coahuila se encuentra entre los cinco estados del país donde más se cometen abusos físicos, humillaciones y agresiones verbales en contra de migrantes centroamericanos que pretenden llegar a la frontera con Estados Unidos.
Lo anterior se desprende de un estudio elaborado por el organismo social Frontera con Justicia, donde aparece que tan sólo en el último año se documentaron casi mil 250 casos de abusos en contra de hondureños, salvadoreños y guatemaltecos, particularmente.
El resultado del análisis indica que los extranjeros se enfrentan a constantes abusos a su paso por San Luis Potosí, Veracruz, Estado de México, Chiapas, Coahuila y Tlaxcala. La coordinadora de Frontera con Justicia en Coahuila, Guadalupe Lule, señaló que los principales abusos contra centroamericanos se competen en San Luis Potosí, donde entre mayo de 2005 y abril del 2006 se consiguieron documentar 466 casos de agresión física y sexual. Luego están Veracruz, con 263; el Estado de México, con 237; Chiapas, con 205 y Coahuila y Tlaxcala, con 73 casos registrados cada uno.
Los abusos en contra de los trabajadores se cometen a lo largo del trayecto que desarrollan en tren y en el caso de Coahuila, es en las estaciones Carneros y Ramos Arizpe, ambas en el sureste del estado, donde se registra el mayor número de casos.
Lule denunció que los principales ?verdugos? de los migrantes son los guardavías de empresas privadas que se encuentran al servicio de las compañías ferroviarias y posteriormente están los policías federales, los municipales y los agentes del Instituto Nacional de Migración.
Recordó que en el último año en la región sureste de Coahuila se lograron documentar tres casos de migrantes que fueron mutilados de alguna extremidad tras ser lanzados del tren en movimiento por parte de vigilantes ferroviarios.
?Está el caso de Sonia Cázares y el de Mariza Barrios, ambas originarias de Honduras?, indicó. En el caso de Barrios, de 20 años de edad y madre de un pequeño de cuatro, fue lanzada del tren en movimiento tras ser abusada sexualmente por parte de elementos de seguridad al servicio de Transportación Ferroviaria Mexicana. Ambas perdieron una pierna al caer debajo de las ruedas del tren. Otro caso de mutilación es el que padeció Omar Sarmiento, quien perdió un pie tras ser echado de uno de los vagones del ferrocarril.
Lule lamentó que frente a esta serie de abusos las autoridades hagan poco o nada por remediarlos y denunció que en el caso de las dos centroamericanas, la Procuraduría General de Justicia en Coahuila no ha enviado el expediente al juzgado, por lo que los responsables de los hechos siguen sin ser castigados.
