LA MAYOR INCIDENCIA DE SUICIDOS SE DA ENTRE LOS 15 Y LOS 20 AÑOS Y DE LOS 30 A LOS 35.
Los niños y adolescentes que hablan de suicidarse envían un mensaje en busca de ayuda, pero muchas veces no la reciben .
Los jóvenes, incluso los niños preadolescentes, suelen bromear con algunos asuntos delicados, como la muerte, pero en ocasiones cuando hablan de suicidio deben ser atendidos, pues es un síntoma de que algo les preocupa o lastima profundamente y necesitan atención o ayuda que en ocasiones no piden directamente.
Las estadísticas sobre el suicidio entre niños y adolescentes indican que 70 por ciento de quienes anuncian sus intenciones de cometer suicidio, tarde o temprano lo consuman. Ante esta trágica amenaza los padres, familiares, maestros y amigos que reciben esas señales de alerta, ya sean escritos o hablados, deben que tomarlas en serio y no pensar que se trata únicamente de chantaje, advierte el psiquiatra José Luis Vázquez Ramírez.
Este especialista del Hospital de Psiquiatría San Fernando del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), dice que hay que fortalecer la integración familiar y rescatar valores como respeto, honestidad, autoestima, fomento del deporte y las actividades recreativas en conjunto, padres e hijos, como primera acción frente a este riesgo.
Llama la atención sobre que: "Si los menores se sienten parte del núcleo de la familia y hay reconocimiento a sus logros se elevará su autoestima, lo que los alejará de una tentación suicida".
Viva la vida
Vázquez Ramírez dice que es de suma importancia que la población tome nota del impacto de las enfermedades mentales, en un escenario en el cual no todos los pacientes acuden en busca de ayuda.
Sobre el grave tema del suicidio infantil y juvenil, menciona que se incrementa día a día y "en muchas ocasiones sólo queda registrado como sobredosis o accidente".
Este año, la conmemoración del Día Mundial de las Enfermedades Mentales- el lema es "Trastorno Mental y el Suicidio, Reduciendo Riesgos", que tiene el propósito de crear conciencia para que en la familia y la escuela se eviten los maltratos físico y emocionales, y a fin de que se tomen mayores precauciones para impedir el abuso sexual a menores.
Factores de riesgo
El psiquiatra del IMSS apunta que "hay que tomar en cuenta que el alcoholismo y la drogadicción son factores asociados a estas conductas violentas". Y la depresión de uno o de ambos padres también estimula la conducta suicida de los menores, por lo que es importante que se traten si detectan que están padeciendo este problema.
Otros factores de riesgo son las crisis de identidad, sobre todo entre los jóvenes; así como la incomprensión de los padres, principalmente en la pubertad y la adolescencia, en la cual hay que mostrarles cariño y atenderlos.
Recomienda evitar exigencias escolares excesivas a sus hijos; mucho menos reprenderlos por sus fracasos, ya que ello lesionará su autoestima sea porque no alcancen las metas que los padres quieren o porque el regaño lastime la autoestima.
El doctor Vázquez Ramírez indica que aunque la mayor incidencia de suicidios se da entre los 15 y los 20 años de edad y de los 30 a los 35, también se quitan la vida los menores, de cada cien niños entre los ocho a diez años, 15% tiene tendencias o ideas suicidas.
Las formas que más emplean son consumo de raticidas (veneno), productos de limpieza, pastillas, lanzándose bajo las ruedas de un vehículo (automóviles o Metro). A mayor edad usan armas como cuchillo o pistola, así como el ahorcamiento, señala.