WASHINGTON (AP) .-Un tercio de los infantes de hasta seis años en Estados Unidos viven en hogares donde la televisión está encendida casi constantemente, según un estudio que pone de relieve la extrema diferencia entre lo que recomiendan los pediatras y lo que permiten los padres.
Los televisores aparecen hasta en los cuartos de los niños más pequeños. Casi uno de cada cinco niños menores de dos años tiene televisor, aunque la Academia de Pediatría aconseja que no se permita mirar televisión a esa edad.
Ocho de cada 10 menores de seis años miran televisión, juegan con vídeos o usan la computadora en un día típico. Pasan unas dos horas frente a la pantalla, comparado con 48 minutos en que escuchan alguna lectura, según un estudio de la Fundación Familiar Kaiser difundido el miércoles.
El número de niños pegados a la pantalla no ha cambiado mucho desde el primer informe de la fundación sobre el tema, en 2003.
Una generación de padres criados con el televisor alienta el uso de éste, además de los videojuegos y la computadora, desde la más temprana edad.
Estos padres dicen que el televisor enseña a compartir y algunos conocimientos escolares básicos que ellos no tienen tiempo de impartir. Les da tiempo a los padres para cocinar o bañarse. Mirar televisión puede ser un premio o, paradójicamente, para ayudar a los niños a serenarse antes de dormir.
A pesar de los estudios que vinculan la presencia del televisor en el dormitorio con alteraciones al sueño, una de las razones citadas con mayor frecuencia para darle al niño su propia TV es que los adultos y niños mayores podían mirar así sus programas en sus propios televisores.
