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NUEVA YORK, EU.- "No estoy nervioso por volver a Los Ángeles, lo que estoy es gordo", indicó el cineasta español Pedro Almodóvar cuando, tras presentar Volver en el Festival de Cine de Nueva York, le preguntaron sobre los próximos premios Oscar.
La cinta suena ya como una de las favoritas para la próxima edición de los Oscar, que cada año otorga la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, y de momento es la seleccionada por España para competir en la categoría de mejor película extranjera.
Acompañado de Penélope Cruz y de su hermano y productor Agustín Almodóvar, el cineasta manchego volvió a meterse en el bolsillo a la Gran Manzana y afianzar un idilio que dura ya más de una década.
"Aquí me siento como en casa. Este es un festival muy elitista y siempre ha sido mi puerta de entrada antes de que mis películas se estrenen en los Estados Unidos", señaló en una abarrotada rueda de prensa en el Lincoln Center, sede de la 44 edición de este certamen.
Almodóvar indicó que aún es "muy pronto" para pensar en los Oscar, que se celebrarán el 25 de febrero de 2007, pero aseguró sentirse "muy halagado cuando leo que Penélope, la película o yo mismo podemos recibir algún premio".
No obstante, apuntó que es "casi milagroso" para una película extranjera conseguir algún premio fuera de esta categoría, algo que él ya hizo en 2003, cuando ganó el Oscar al mejor guión por "Hable con ella".
En 1999, con Todo sobre mi Madre, Almodóvar obtuvo el galardón a la mejor película de habla no inglesa.
"Mientras llegue el momento intento no pensar demasiado y, en mi caso, ponerme a dieta", bromeó el realizador de cintas como Matador o Mujeres al Borde de un Ataque de Nervios.
Explicó que Volver es un título y una película con muchos significados que hace referencia a la vuelta a sus raíces, a su infancia en un pequeño pueblo de La Mancha, al universo femenino, a volver a trabajar con Carmen Maura -después de 18 años- o con Cruz -después de siete-.
"La película habla sobre el paso del tiempo, sobre la maternidad y la mortalidad", apuntó el director, quien rechazó que sea la nostalgia el sentimiento que se esconde tras la cinta, si no más bien el de la reconciliación.
"Siempre tuve una relación de hostilidad con La Mancha, donde viví mis primeros ocho años. Desde entonces supe que sería el último lugar donde quería vivir", dijo.
Rememoró que su pueblo natal era, por entonces, una región "muy conservadora, reaccionaria, muy machista y sin espacio para la sensualidad".
Sin embargo, Almodóvar reconoció que hace tres o cuatro años empezó a ver su infancia allí "con otros ojos", sacando cosas positivas como las mujeres que le educaron.
"Volver es el resultado de haberme detenido en el tiempo, a mis 50 años, cuando he podido mirar a la infancia, no con nostalgia, sino cara a cara. Lo que uno ve delante es la mortalidad", añadió.
Almodóvar afirmó que, a pesar de tener un universo muy personal que se puede identificar en todos sus trabajos, "nunca quiero repetir la misma fórmula, pero siempre trato de ser yo mismo".
Precisó que él si aprecia cambios de una a otra película, aunque reconoció que en sus 16 trabajos "todas marcan una trayectoria, casi lógica, coherente, como si estuvieran encadenadas".
"Uno nunca sabe si lo que hace es nuevo, lo es para mí pero nunca puedes estar seguro cuando estás filmando", manifestó el director de Átame y Tacones Lejanos.
Elogios para ?Pe?
Para Penélope Cruz, Almodóvar sólo tuvo palabras de elogio: "es parte de mi familia, y no sólo hablando artísticamente. Nos conocemos muy bien", algo que también reconoció la actriz, quien señaló que "en muchas ocasiones sabemos incluso lo que está pensando el otro".
Reveló que desde el principio pensó en Cruz para el papel que interpreta en la cinta porque "tiene la mezcla perfecta de fortaleza y vulnerabilidad" que necesita, al estilo de las grandes actrices del neorrealismo italiano como Sofía Loren o Claudia Cardinale.
Volver, que se estrenará en Estados Unidos el tres de noviembre, es un melodrama que narra parte de la historia de tres generaciones de mujeres que sobreviven a una vida austera, a la superstición e incluso a la muerte a base de bondad, mentiras y una vitalidad sin límites.
Las mujeres retratadas en Volver son Raimunda (Cruz) casada con un obrero desempleado y una hija adolescente (Yohana Cobo), su hermana Sole (Lola Dueñas), quien se gana la vida como peluquera, y la madre de ambas (Maura), muerta en un incendio junto a su marido.
En la última edición de Cannes, todas las actrices se llevaron el premio a la mejor interpretación femenina y Almodóvar el de mejor guión, además del galardón FIPRESCI que otorga cada año la Federación Internacional de la Crítica de Cine.
