La gente de las comunidades rurales más alejadas se aquejan de la situación.
EL SIGLO DE TORREÓN
FRANCISCO I. MADERO, CAAH.- Debido a las altas temperaturas, hay desabasto de agua en los ejidos más lejanos a las tuberías de Simas. En el ejido San Isidro la gente se queja por esa situación.
Desde muy temprana hora las amas de casa se preparan con tinas y botes. Y es que de lo contrario carecerán de agua potable durante el resto del día como sucede desde hace tiempo.
Mientras el aire levanta el polvo de las calles sin pavimentar, algunas amas de casa se acercan a las llaves con tinas y botes. Según Silvia Flores, la escasez de agua potable se presenta más en verano, cuando el calor es muy intenso.
Censura que la empresa de agua los tenga bajo el sistema de tandeos, lo que les ocasiona muchas molestias. ?Es que nos recortan el tiempo y por eso no alcanzamos a llenar ni un tanque completo?.
Para cocinar y hacer las labores domésticas, los habitantes de este lugar algunas veces se ven en la necesidad de pedirle agua a otros vecinos. De ahí en botes y tinas acarrean el agua.
Por su parte, Ignacio de 70 años, añora los tiempos en que no tenían ese problema, ?pero ahora estamos hasta llenándola en tambos como desesperados?.
Sandra Luz Cabrales aprovecha la madrugada para juntar agua, aunque asegura que no le alcanza para realizar su quehacer diario.
En este sitio, la gente aunque ya está acostumbrada a vivir en estas condiciones, se queja porque ya llevan años esperando que Simas encuentre un remedio que le ponga freno al desabasto.
El problema
Debido a las altas temperaturas hay desabasto de agua en los ejidos:
En el ejido San Isidro la gente se queja por esa situación.
Desde muy temprana hora las amas de casa se preparan con tinas y botes.
Y es que de lo contrario carecerán de agua potable durante el resto del día como sucede desde hace tiempo.
La escasez de agua potable se presenta más en verano, cuando el calor es muy intenso.
Censura que la empresa se agua los tenga bajo el sistema de tandeos, lo que les ocasiona muchas molestias.
INFORME: Investigación de El Siglo de Torreón