GUADALUPE, VICTORIA, DGO.- Sergio Márquez Hipólito, comisariado ejidal de Felipe Carrillo Puerto, amenaza con reanudar la tala de árboles en el paraje Vallecillos, haciendo el señalamiento de que serán por lo menos diez mil postes más lo que obtendrá del lugar.
Lo anterior fue dado a conocer por el comisariado, en sesión ordinaria del ejido, en donde manifestó su intención de seguir extrayendo materia prima de la escasa reserva forestal.
Según comentan los ejidatarios, la razón por la que Márquez Hipólito se ha pronunciado con tal cinismo se debe a que Raúl Rodríguez Berumen, director de Desarrollo Rural, instó a los comisariados ejidales de Felipe Carrillo Puerto y Antonio Amaro a seguir con la tala de la zona boscosa de Guadalupe Victoria, señalando que el permiso sería conseguido en breve tiempo.
Cesáreo Méndez Domínguez, presidente del Consejo de Vigilancia, señaló que es así como el Comisariado de Carrillo Puerto se atrevió a declarar que la tala de árboles, suspendida hasta el momento por la intervención de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, se reanudaría tras conseguir un permiso por conducto de la Presidencia Municipal.
No obstante, la situación en Antonio Amaro, según indicó Méndez Domínguez, fue totalmente distinta puesto que el Comisariado Ejidal, al ver la gravedad del problema en el que se había involucrado al talar ilegalmente la madera, optó por renunciar a su cargo, amedrentado por el ilícito cometido.
Mientras tanto, un grupo de ejidatarios encabezado por Cesáreo Méndez y Rubén Ibarra Alcántar, presidente de la Junta Municipal de Felipe Carrillo Puerto, acudió el día de ayer a las oficinas de la Profepa con sede en la ciudad de Durango para pedir por escrito deslindar al ejido del proceso por la tala presumiblemente ilegal.
Los campesinos exigen que la investigación se lleve a cabo únicamente en contra de la persona que está obteniendo provecho de la escasa cantidad de cedros y táscate ubicados en una superficie de aproximadamente dos mil hectáreas, y se deslinde al ejido de dicha acción.
En ese sentido Méndez Domínguez manifestó que no hay ejidatarios en Felipe Carrillo Puerto que trabajen con el comisariado en la tala, sino que ha ocupado a otras personas ajenas a esa jurisdicción para llevar a cabo el trabajo que hasta hace casi un mes se efectuaba con sigilo.
De la misma manera esperan que la Profepa siga actuando con firmeza como hasta el momento, ya que estarán al pendiente de que los postes asegurados no sean extraídos de las bodegas por ningún motivo.
Sin aval
Hasta el momento no ha sido entregado ningún documento que avale el aprovechamiento del recurso forestal de los ejidos Felipe Carrillo Puerto y Antonio Amaro, esto a pesar del emplazamiento otorgado por la Profepa en relación con sus estatutos.
Sin embargo, ante las aseveraciones hechas por Sergio Márquez Hipólito, comisariado ejidal de Felipe Carrillo Puerto, y Raúl Rodríguez Berumen, director de Desarrollo Rural de Guadalupe Victoria, los ejidatarios temen que la tala se reanude, con la emisión del permiso por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
A pesar de que dicha acción se ha desarrollado de manera ilegal desde un principio, los comentarios del Director de Desarrollo Rural y Comisariado han creado un ambiente de desconfianza no sólo entre los ejidatarios, sino también entre los habitantes del municipio que se han pronunciado en contra de la tala.
Por esta causa, Rubén Ibarra Alcántar indicó que los ejidatarios y habitantes de Felipe Carrillo Puerto simplemente no aceptan la exterminación del bosque y que definitivamente un permiso para destruir la escasa reserva forestal no será aceptado.
?Como lo hemos manifestado en varias ocasiones, en caso de que se solape la destrucción del único pulmón con el que cuenta Guadalupe Victoria, tomaremos medidas drásticas, como la toma de las oficinas de la Semarnat. Mientras tanto, seguiremos al pendiente del proceso?, argumentó.
Añadió Ibarra Alcántar que tienen el antecedente, cuando entre 1999 y 2000 se suscitó una situación similar, misma que fue denunciada en su debido momento, pero ante la falta de presión el hecho se pasó por alto, por lo que no quieren que vuelva a suceder lo mismo.
