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Madrid, ESPAÑA.- América Latina está muy por detrás de la mayoría de las regiones respecto al acceso a los servicios financieros, advirtió ayer el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Rato.
Lamentó que "los fantasmas de la volatilidad macroeconómica del pasado aún están presentes en América Latina y son una razón, probablemente la más importante, aunque no la única, del alto nivel de tasas activas en la región".
Rato dijo que los depósitos bancarios y los créditos de bancos privados representan sólo 30 por ciento del producto, mientras en Asia, los mercados emergentes, superan el 70 por ciento.
Al participar en el Encuentro Iberoamericano "La extensión del crédito y los servicios financieros", señaló que el costo del crédito en la región es excesivo.
Detalló que el costo del crédito registra en promedio diferencias del diez por ciento entre las tasas pasivas y activas, esto está muy por encima de lo que sucede en otras regiones del mundo.
"Existe también una alta concentración de préstamos, lo que indica que generalmente, sólo las grandes empresas tienen acceso significativo al crédito", sostuvo Rato en una videoconferencia desde Asia, donde participa en otras reuniones.
Explicó que existen muchas razones históricas, macroeconómicas y estructurales que explican el escaso desarrollo de los mercados latinoamericanos de crédito, pero resaltó que es urgente revisar por qué son tan altas las tasas activas de interés real en la región.
El director gerente del FMI consideró que la razón principal de tasas activas reales en América Latina, "aunque no sea la única", es una larga historia de crisis, inflación elevada y volátil, crisis bancarias, crisis de deuda y crisis cambiarias.
"La región ha sufrido una volatilidad macroeconómica excepcional a lo largo de las últimas décadas y esto ha afectado a las tasas activas reales por varios canales", opinó.
Rato hizo referencia a niveles persistentemente altos de tasas pasivas reales, e inclusive ahora con niveles de inflación bajos en toda la región, "los ahorradores no se han olvidado del legado de las crisis pagadas y los bancos deben pagar una prima para tener depósitos".
En segundo lugar, hay amplios diferenciales de tasas de interés, dado que la volatilidad macroeconómica, amenaza la capacidad de los prestatarios para reembolsar los prestamos bancarios, y en consecuencia, los bancos exigen una prima de riesgo, explicó.
Esto abre una brecha mayor con otras regiones del mundo entre tasas pasivas y activas, precisó.
Mencionó que el marco legal y otras formas de tributación, como el impuesto a las transacciones financieras, acentúan la diferencia entre tasas activas y pasivas.
"Que son también un legado de la débil base tributaria de la región y de incapacidad para mantener la estabilidad macroeconómica", indicó.