En 1965, en una reunión de los Húzares a la que fuimos invitados, conocimos a Mario y Aída Villarreal, naciendo una amistad que el tiempo acendró en el Club Sembradores de Amistad y en el Movimiento Familiar Cristiano, amistad que trasciende ya en verdadera hermandad. Hemos participado lo mismo en las alegrías que en los pesares; en los grandes festejos que en momentos penosos, por eso, ahora que el deceso de José Luis de la Peza Barrios, esposo de Lorena, hija de los Villarreal de la Garza, los hiere tan profundamente, nos sentimos solidarios en tan grande pena...
El primero de julio de 1991 asistimos a la boda religiosa de José Luis y Lorena de cuya unión nacieron José Luis y Jimena, llenando de felicidad sus jóvenes vidas, por lo que muy lejos estábamos de pensar que una penosa enfermedad fatalmente truncaría su ventura.
José Luis de la Peza llegó a Torreón como alto funcionario de Banamex, empresa bancaria en la que se puede decir se desempeño toda su vida, hasta estos últimos años en que fue delegado estatal de Banobras en la ciudad de Saltillo. En su actividad profesional como en la vida social hizo muchos amigos, entre los cuales me siento orgulloso de haber sido uno de ellos. De su conversación se traslucía una cultura muy sólida. Fue un purista del lenguaje.
Hijo del Lic. José Luis de la Peza Muñoz Cano, Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y de la Sra. María Teresa Berríos Icaza, nació en el Distrito Federal el día 14 de septiembre de 1954 y su óbito acaeció el 19 de febrero próximo pasado. Descanse en paz tan estimado amigo. Para Lorena, hijos y demás familiares, nuestras más sentidas condolencias y un cariñoso abrazo de sus amigos Sembradores.
Lamentablemente las penas no vienen solas, en esa misma fecha falleció doña Herminia Charles de Cantú, esposa de don Guillermo Cantú Ramírez, ese personaje que a su paso por el Club Sembradores de Amistad de Torreón dejó huella profunda y recuerdos imborrables.
De la familia Cantú Charles, con Jaime y Lucero, Ramiro y María del Carmen y Beatriz y Saúl, hemos llevado amistad en la que además de afecto sentimos admiración por su gentileza, su bonhomía y don de gentes, característica que es valiosa herencia que les dejaron don Guillermo y doña Herminia.
El jueves seis de junio de 1996, en El Siglo de Torreón, en nuestra columna Amigo Sembrador, refiriéndonos a personajes señeros e inolvidables, escribí lo siguiente: ?en el Club Sembradores de Amistad de Torreón mi esposa Martha y yo, tenemos de modelo a doña Herminia Charles de Cantú, esposa que fuera de aquel gran hombre don Guillermo Cantú Ramírez, forjados ambos de una numerosa familia: Guillermo, María del Socorro, Jaime Noé, Herminia, Javier, Ramiro, René, Beatriz, Héctor y Rosa María, personas de bien, trabajadores, productivas, como lo fue su padre, teniendo en doña Herminia un ejemplo vivo de bondad, de amor, de entrega, no sólo hacia su familia, sino que sus brazos se extienden en actitud fraterna hacia todos sus semejantes como madre amorosa. En la persona de ella rendimos homenaje a la madre universal?.
La placidez de su bello rostro y la dulzura de su mirada eran reflejo de la bondad y del amor que anidaron en el corazón de doña Herminia. Quienes la conocimos tendremos siempre un grato recuerdo de ella.
