Mucho tiempo se dijo por los propios socios, que el nuestro era un club de hombres, sin embargo en todo evento y aún en el servicio, siempre hemos sido acompañados por nuestras esposas. De hecho el comité de damas existe desde la fundación del Club Sembradores de Amistad de Torreón, esto es, desde hace cincuenta años, pero no se oficializó hasta el periodo 1992-93 en el que fue presidente del club el Dr. Saúl Gómez Martínez y, de las damas, su esposa Beatriz. Dicho comité tiene su propio programa de eventos, pues se reúnen el segundo martes de cada mes, no sólo para departir amigablemente, sino también para proyectar su acción benéfica hacia la comunidad, a fin de entregar año por año donativos económicos a diversas instituciones asistenciales.
Pero no conformes con esa labor, han formado entre ellas diversos grupos que llevan su acción bienhechora a las colonias de la periferia, enseñándoles manualidades a las amas de casa y en el aspecto educativo a conducirse para un mejor vivir. Al oriente, más allá del Centro Saulo, hace años que asisten cada semana con toda regularidad, Alejandra Salas de Garza, Conchita Brito de Cantú, Cecilia Filizola de Martínez y Bertha Valdés de Zúñiga. Tanto Cecilia como Bertha ya no forman parte del comité de damas, pero siguen en el servicio al prójimo.
Caso semejante es el de Melita Preciado de Díaz Flores y la Nena Carmen Suárez de Garza, -esposas de nuestros bien recordados amigos Mario Díaz Flores y Santiago Garza de la Mora- que acompañadas de Melita Dueñes de González, Anita Leal de Amarante y Martha Torreblanca de Ledesma, colaboran en el bazar de la Casa de Cristiandad para obtener fondos con qué cumplir su labor altruista de ayuda a los más necesitados.
Hago mención de esos casos en que la presencia de la mujer da relieve a las instituciones en las que están inscritas, porque nuestro periódico El Siglo de Torreón publicó los nombres de las personas que se hicieron acreedoras al Premio Estatal de Periodismo, apareciendo el nombre de la señora Beatriz Ruiz de González Juambelz por sus cincuenta años de tenaz labor en el periodismo.
En 1968 durante un año escribí la columna semanal Sertoma Habla, órgano de difusión del Club Sertoma de Torreón A. C. y durante todo ese tiempo entregué mi colaboración a don Jorge González de Juambelz, caballero a la usanza antigua, de sempiterna sonrisa, de quien siempre recibimos palabras de aliento haciéndonos sentir su aprecio. Esa actitud de servicio era innata en don Jorge, quien no obstante las arduas labores de la jefatura de redacción, aún se daba tiempo para servir como comandante de socorristas de la Cruz Roja.
Desde 1992 a solicitud del consejo directivo del club me hice cargo del espacio que generosamente nos concedió este acreditado periódico, iniciando en septiembre de ese año la columna Amigo Sembrador, amadrinado por doña Beatriz Ruiz de González Juambelz, esposa de don Jorge, de quien sólo atenciones hemos recibido, de ahí que ahora que se le otorga el Premio Estatal de Periodismo, los sembradores seamos los primeros en expresarle nuestras congratulaciones y la más afectuosa felicitación. ¡Enhorabuena, doña Beatriz!
