En sus cincuenta años de vida, el Club Sembradores de Amistad de Torreón ha tenido un constante movimiento en su membresía, de flujo y reflujo, de ingreso y egreso, sin embargo cada persona va dejando la huella de su actuar, el timbre de su amistad, el recuerdo de su trato. El paso de los años va formando historia en la que cada uno de los miembros del club son protagonistas, unos por su presencia amable, otros por su labor como directivos y otros por su empeño en el servicio social, pero todos y cada uno de importancia vital.
Aquel grupo de veinte personas que en marzo de 1956 iniciaron el movimiento sembrador en la Comarca Lagunera, fue creciendo en número al correr de los años, hasta la octava década del siglo XX en que se llegó al número ideal de ochenta socios, membresía que en el último cambio de periodo directivo había disminuido, por fallecimiento de unos y renuncia de otros y que, de noviembre próximo pasada a la fecha, gracias al empeño e interés de algunos socios se ha recuperado, con el ingreso de las siguientes personas: Ing. Antonio González Dueñes, Dr. Antonio López Barrio, Dr. Carlos Hernández Ramos, Sr. Carlos Hugo Chiffer Cruz, Sr. Jorge Garza Ríos, Ing. José Antonio Murra Giacomán, Sr. Manuel de la Parra Viesca y el más reciente ingreso del MVZ. Jorge Leal Castilla, que tomó la protesta de reglamento en la sesión comida organizada por Sergio Berlanga Valdez, Antonio Yarza Campos, Jesús Humphrey Cabello y Rolando Gotés Martínez, en el salón que nos tiene asignado Miguel Ramos Galiano allá donde los gallos dirimen sus pendencias.
Es justo mencionar a quienes han propiciado el aumento del caudal de socios, ellos son: Jorge Pérez Rodríguez, Rogelio Barrios Cázares, Michel Zreik Kawas, Adolfo Garza Riveroll y Fernando Félix Aizcorbe.
Todo esto ha dado por consecuencia que nuestros eventos tengan un éxito inusitado, de tal manera que, como por ejemplo, en la comida en el feudo de Miguel Ramos Galiano se tuvieron que agregar mesas y sillas para dar cabidas a tantos concurrentes y ahora, en la celebración del Día del Padre, sucedió lo mismo en que hubo que trasladar el servicio de bar a otro ámbito, para dar cabida a más de cincuenta parejas que disfrutamos en pantalla grande el partido de futbol en turno, mientras degustábamos las alitas, las cáscaras de papa y los dedos de queso y como platillo principal las exquisitas costillitas en todas sus variedades. Una delicia verdaderamente. Como detalle simpático te platicaré que Gabi Garza de García y Silvia Garza de Pérez, esposas de Ramón y Jorge, los anfitriones, ?adornaron? los rostros de los asistentes pintándoles, en una mejilla los colores patrios y, en la otra, nos pegaron una pequeña calcomanía representando un balón de futbol.
Y precisamente hoy jueves por la tarde, saldrán varias parejas de socios sembradores en caravana de vehículos tipo Suburban, rumbo a la ciudad de Chihuahua donde se pernoctará para mañana seguir en el ferrocarril Chihuahua-Pacífico a los altos de la Sierra Tarahumara para durante tres días extasiarse de magnificentes panoramas. Ya platicaremos en futura columna sobre las peripecias del viaje.
