Pekín, (EFE).- Geólogos chinos analizarán mediante radar la estatua de Buda más grande del mundo, situada cerca de la ciudad de Leshan (centro de China), informó la agencia oficial Xinhua.
Durante una semana, los expertos analizarán el interior de esta gran estatua excavada en roca, de 71 metros de altura y mil 200 años de antigüedad, en busca de posibles grietas o daños.
Chen Bo, director de la comisión que protege este bien patrimonio de la humanidad de la UNESCO, destacó que es la primera vez que se usan técnicas de radar en la protección de un lugar histórico de China.
Aseguró que pese a las avanzadas técnicas será complicado "adentrarse" en algunas partes del Buda, ya que para que el radar funcione perfectamente es ideal que se instale en superficies planas, mientras que la mayor parte de la estatua tiene formas onduladas.
No es la primera vez que se usa alta tecnología para mejorar la protección de esta estatua, que debido a su gran tamaño y a encontrarse en una zona de fácil erosión (en la intersección de dos ríos) ha sufrido un gran deterioro con el paso de los siglos.
En 2002 se inició la construcción de un sistema electrónico de seguridad que costó unos 482 mil dólares, así como una avanzada red de canalización para que el agua de lluvia pase lo menos posible por la roca de la estatua.
El Buda de Leshan tardó algo más de 90 años en ser esculpido (desde el año 713 hasta el 803) y su misión en aquel entonces era "ahuyentar" con su presencia los espíritus de las tormentas e inundaciones, abundantes en esa húmeda zona de la cuenca del río Yangtsé.
De hecho, el buda no es sólo una estatua religiosa, sino también un dique de contención de las aguas torrenciales que a menudo discurren por el lugar.
