El Universal-AEE
HANNOVER, ALEMANIA.- A las 23:00 horas, tiempo en que terminó el partido México-Angola, la tuba, el timbal y una trompeta de la banda El Recodo sonaron en el estacionamiento del estadio improvisando un pequeño baile.
Ese mismo entusiasmo fue el que imprimieron con esos mismos instrumentos dentro del estadio y que, sin embargo, no fue suficiente para que los jugadores mexicanos empujaran el balón a las redes contrarias.
El trompeta Mario Alvarado, diez minutos previo a que comenzara el partido, le explicó al oficial de seguridad que pertenece a la Banda El Recodo y que deseaban tocar dentro del estadio.
Luego de cinco minutos de discusión lo convence y con él entran también dos clarinetes, un timbal y tres trompetas, sólo se queda afuera la tambora.
El Recodo de Cruz Lizárraga cumplió por tercera vez la petición de alargar su concierto en el pabellón México de Hannover; se escucha el coro de cinco mil mexicanos que extrañan la tierra donde nacieron con la letra de El Corrido de Mazatlán.
Media hora antes, Jaime Camil y Angélica Vale en sus papeles de la telenovela La Fea más Bella se habían subido a bailar La Trazy Loca.
El título de la canción coincide con el grupo de mexicanos que intentaban entrar al pabellón por una puerta que mide apenas dos metros de ancho. La policía alemana llegó al lugar de los hechos, dispersa con eficacia el tumulto y sólo queda el eco de unos cuantos recordatorios familiares.
Camil y Vale bromean con el público diciendo que ya no tienen dinero para cubrir su estancia en Alemania. La verdad es que los actores están gracias a los viáticos de Televisa grabando escenas para la telenovela que protagonizan actualmente.
?El Mimoso?, vocalista de la banda, le preguntó a Angélica si tenía boleto para entrar al partido; ella se retorció en su timidez y dijo que esperaba que su jefe le regalara uno.
No obstante, no perdieron la oportunidad de bailar juntos el tema principal de la telenovela y luego bajaron del escenario para seguir grabando escenas.
Previo al partido de la Selección Mexicana de Futbol, alrededor de las 18:40 horas la banda El Recodo comenzó su concierto con la canción El Sinaloense. El pabellón mexicano, ubicado a las afueras del estadio de Hannover, le quedó bastante chico al entusiasmo y número de mexicanos.
Afuera había cinco mil personas y adentro otras tantas. Juntos armaron algo parecido al Zócalo en día domingo, la cantina en viernes de quincena, fiesta de pueblo custodiada por alemanes rígidos.
Entre alemanes que gustan del tequila y mexicanos que quieren salir en la televisión para saludar a su familia, el concierto tuvo momentos cumbres con las canciones de El Rey y Ponte la Verde.
La multitud como si fuera un solo cuerpo con miles de manos levantaba cartulinas y mantas con diferentes leyendas.
Unos pedían que su madre les depositara dinero para comer y otros que compraban boletos para el partido México-Angola.
En ese momento todos confiaban en un triunfo del Tricolor sobre Angola. Si hubieran sabido el futuro quizá no habrían estado tan contentos.
