Veinte años atrás era imposible imaginar que Torreón fuera sede de una orquesta de cámara. En una ciudad donde la vida cultural pasaba desapercibida tanto para los medios de comunicación como para el grueso de la población, los pocos eventos que se desarrollaban eran esfuerzos aislados en el desierto.
En ese entonces existían algunos talleres literarios, montajes de obras de teatro, esporádicas exposiciones de pintura. Por desgracia la oferta cultural era muy pobre, no por ausencia de creadores ni de talento, éste siempre ha sobrado, el problema radicaba en la falta de apoyo. El cual por desgracia es todavía a cuentagotas.
Es en este escenario es donde hace doce años nace La Camerata de Coahuila. Fue en 1993 cuando el maestro Ramón Shade es invitado por el Patronato de Arte, Cultura y Sinfonía de La Laguna para convocar y fundar la orquesta de la cual es a la fecha Director Artístico. Su primer concierto fue en mayo de 1994.
El trabajo no ha sido fácil para los músicos, tampoco para el Patronato encargado de obtener los apoyos económicos que permitan el sostenimiento de La Camerata. La tarea de educar a un público ha sido titánica, ya que debemos reconocer que en Torreón tuvimos que dar un brinco: del tololoche al contrabajo.
En sus inicios tuvo como sede el Teatro Isauro Martínez, hoy el Nazas es su nueva casa. La Camerata no sólo ofrece conciertos en teatros, su música lo mismo ha llegado a la Casa del Cerro que a pequeñas iglesias de rancherías y ejidos. Mención aparte merecen los conciertos didácticos donde el público está conformado en su totalidad por niños.
Pero el actuar de La Camerata no se ha limitado a Coahuila, la orquesta ha realizado presentaciones en diferentes partes de la República, incluyendo el Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México, además de realizar giras en el extranjero.
En un país donde por desgracia la palabra cultura remite para el grueso de la población a “eventos aburridos”, el esfuerzo de la orquesta de ofrecer dos temporadas de conciertos anuales ha sido extraordinario. Ya que la mayoría de las veces el teatro registra una buena entrada, pero sobre todo se ha logrado romper con el estereotipo de que estos eventos son clasistas.
El sistema educativo en México y por supuesto 70 años del PRI en el Gobierno, contribuyeron de manera determinante para que el interés de la población por la cultura fuera casi nulo y exclusivo para ciertos sectores. El escritor Gabriel Zaid comenta que “la tradición antidemocrática que ha vivido México se ha debido en gran medida al poco interés que su gente ha mostrado hacia la cultura y a la poca influencia que han tenido los intelectuales sobre el pueblo”.
A lo largo de doce años el público lagunero ha tenido la oportunidad de presenciar conciertos donde han participado prestigiados solistas nacionales e internacionales, entre los que se pueden mencionar nombres como Ramón Vargas, Carlos Prieto, Horacio Franco, Edison Quintana, Jorge Federico Osorio, Román Revueltas, Emilio Angulo, Stefan Milenkovic, Pilar Rioja, Fernando de la Mora, Jorge López Yánez, Walter Boeykens, entre otros.
Montaje de óperas, estrenos mundiales, los gustados conciertos donde se interpreta a Los Beatles, son ejemplo de la oferta musical que ha ofrecido la orquesta durante sus doce años de existencia que esperemos sean muchos más.
El aporte de La Camerata, como todas las manifestaciones artísticas en la región, van más allá de ser simples presentaciones. Nadie pone en duda hoy día que la educación es una herramienta imprescindible para que un país y por ende una región, crezca.
El crecimiento de Torreón no se manifiesta sólo en la llegada de nuevas inversiones, el incremento en la oferta cultural es también síntoma del progreso que se vive en la región. Es hora que comencemos a pensar en los beneficios que unas políticas culturales serias y pensadas para largo plazo podrían producir en la población.
Doce años de música, doce de años de una historia que apenas inicia.
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