Medusas crujientes, licor de arroz de 60 grados, colas en las tiendas de petardos y una gala televisiva en la que el presidente del país salta al escenario calientan los motores para el nuevo año lunar.
Cierra China el "Año del Gallo" y da la bienvenida al del "Perro", año lunar de trece meses (uno de los 12 previstos entre el 221 a.C y el 2 mil 100; el último fue en 1944) y dos primaveras ("lichun") por lo que, según la tradición, es inmejorable para casarse.