El Siglo de Durango
SÚCHIL, DGO.- Siendo un hecho que los indígenas no darán su brazo a torcer, los ejidatarios de Luis Echeverría pretenden ser indemnizados y reubicados en una tierra libre de conflictos y que garantice la seguridad de sus familias.
Campesinos del ejido Luis Echeverría de Súchil, continúan plantados en la Plaza IV Centenario, frente al palacio de gobierno de la ciudad de Durango, en donde continúan exponiéndose a las inclemencias del tiempo, en espera de una solución a su problema.
No ha sido fácil para los ejidatarios permanecer en el lugar, comentó Jaime Sarmiento, secretario general del Frente Popular Francisco Villa, sin embargo, más complicada es la situación a la que se enfrentan Luis Echeverría, pues los indígenas, no pretenden abandonar la tierra que dicen les pertenece desde 1705, según títulos virreinales de la época.
Los manifestantes, anunciaron que sostendrían una reunión con autoridades estatales, pues se encuentran en dialogo, misma en la que solicitarán una indemnización personalizada para cada uno de los ejidatarios.
En principio, piden 15 millones de pesos para compra de tierras y gastos para establecerse en otras tierras, pues la paz se perdió en el ejido Luis Echeverría, desde que los indígenas decidieron reclamar algo que ellos consideran les pertenece.
Los indígenas están reclamando las tierras del ejido Echeverría; pero existen muchas posibilidades de que luego exijan el ejido El Alemán y después San Juan de Michis, basados en los títulos virreinales de hace tres siglos.
Por eso, los ejidatarios pretender ser reubicados en un área en donde quede legalmente establecida que los verdaderos dueños de la tierra son ellos, pues con la experiencia por la que están pasando temen ser nuevamente desplazados.
Por último, Jaime Sarmiento manifestó que los ejidatarios siguen en el mismo entendido de permanecer atrincherados en la plaza IV Centenario hasta recibir respuesta por parte del gobierno del estado.
Daño al patrimonio familiar
Los ejidatarios de Luis Echeverría dicen ser víctimas de invasión por parte de 200 comuneros de Santa María de Ocotán e inclusive víctimas de daños a su patrimonio, como la ruptura de cercos para introducir ganado a sus agostaderos y robos.
En más de una ocasión han solicitado la presencia de la policía debido a que temen por su seguridad y la de sus familias, pues hasta les es difícil caminar libremente por las calles del lugar, debido al hostigamiento.
Además señalan que es mucho el territorio que quieren acaparar los indígenas de Santa María de Ocotán, quienes poseen una extensión de tierra considerable en Mezquital.