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Caracas, Venezuela.- El presidente Hugo Chávez sugirió ayer que los venezolanos podrían comenzar a elaborar pan con harina de hoja de coca -en parte- para apoyar el empleo legal de ese cultivo y combatir el narcotráfico.
?La (hoja de) coca no es lo mismo que la cocaína?, dijo Chávez durante el recorrido por una cooperativa estatal, acompañado del visitante presidente uruguayo Tabaré Vázquez.
La hoja de coca, masticada ancestralmente por los indígenas de países andinos como Perú y Bolivia para combatir el frío y la fatiga, es la materia prima de la cocaína.
El mandatario venezolano observó que tradicionalmente muchos indígenas andinos ?la mastican, y toman buena parte de su nutriente? de la hoja.
Chávez declaró que él vio un noticiero de televisión en donde se difundió la idea de fabricar pan de coca, que ha ganado la popularidad entre algunos en Bolivia y Perú.
El candidato presidencial peruano Ollanta Humala, un aliado de Chávez, ha sugerido que de ser elegido distribuiría pan elaborado con harina de coca como parte del desayuno escolar para los niños pobres de su país.
Chávez mencionó la idea de hornear pan incluyendo polvo de coca, mientras el organizador de una cooperativa describía el trabajo de una cocina comunal en donde se enseñan técnicas culinarias en una barriada pobre del oeste de Caracas.
?Pudiéramos intentarlo aquí dentro de ese esfuerzo por, bueno, quitarle la satanización a ese producto que nuestros indígenas desde hace siglos están produciendo?, indicó Chávez.
En Perú y Bolivia, destacó el jefe de Estado ?están proponiendo eso como política masiva para impulsar el cultivo de la coca, el cultivo legal, el uso legal de la coca como parte de la lucha contra el narcotráfico?.
El presidente de Bolivia Evo Morales, otro cercano aliado del presidente venezolano y líder de los cultivadores de hoja de coca bolivianos, ha prometido una campaña internacional para legalizar la hoja e industrializar su producción. Morales insiste que luchará contra el tráfico de drogas, pero mantiene que la coca ha sido calumniada en la mente del mundo.
Mientras el Gobierno estadounidense procura erradicar los cultivos de coca como parte de su estrategia para combatir el narcotráfico, muchos de los campesinos que la cultivan sostienen que ellos abastecen un mercado legal, vendiendo las hojas que pueden ser masticadas, elaboradas en infusiones semejantes al té y usadas en ceremonias religiosas por las tribus andinas.
