Madrid nos recibió en... Barajas.
Mucho se ha ampliado y modernizado este aeropuerto. Naturalmente que me refiero a la parte internacional. Las salas que ocupan para los vuelos internos en España, están casi olvidados en cuanto a su limpieza y olvidados en cuanto a su modernización y esto como que pasa desapercibido o no les importa a los viajeros españoles.
Mucha diligencia y atención tienen para el viajero extranjero, los de inmigración y los de aduanas, si los comparamos con los ?gorilas? que padecemos en el aeropuerto internacional de la capital mexicana, ya que aquí ni siquiera se toman la molestia de hacer demasiadas preguntas y tan sólo ?echan? una leve mirada al pasaporte y dicen adelante, por su parte los aduaneros sólo hacen unas cuantas preguntas y confían en las respuestas sin abrir las maletas. No se molestan en buscar contrabando, pues las mercancías extranjeras que se pudieran introducir, como son vinos, perfumes, relojes, cámaras fotográficas o televisores y grabadoras de manufactura extranjera, en Madrid se encuentran y propiamente en el mismo aeropuerto y a precios más económicos que en el mismo lugar de origen. El clima es generoso y cálido. Pronto serán las 11 de la mañana y es la hora en que llegamos a nuestro hotel. Ya nos tiene doña Celia, nuestra habitación y nos recibe con las acostumbradas muestras de alegría y ya nos esperaba pues un día antes le habíamos llamado desde la Ciudad Lux, avisándole nuestro arribo.
A la hora del almuerzo (12 del día) doña Celia nos contaba que por ahora nosotros somos los únicos americanos en el hotel y que durante el año en curso han sido pocos los viajeros de América que se han hospedado, siendo que en años pasados, llegaban a contarse por varios cientos. Parece que por la devaluación de la moneda y que ahora por el euro la cotización de la antigua peseta perdió su estabilidad y ésta es la más poderosa de las razones.
La hora de la comida, aquí es después de las siete de la tarde y a esa hora fuimos a hacerle los honores al conocido madrileño, con ?el hijo del botín? allá por el rumbo del Arco de Cuchilleros, a la salida de la Plaza Mayor.
El menú fue: sopa de setas, antes fue el entremés de carnes frías y vino de la casa, luego el cocido y de postre, tarta de fresón y banana. Total, por dos personas casi 1500 de nuestros pesos.
Excelente la imagen en color de la televisión española, lástima que solamente hay dos canales y los programas son malísimos, pero eso sí, son buenísimos los anuncios publicitarios... Todos los mexicanos seguimos siendo muy apreciados por los españoles pues seguimos teniendo fama de manirrotos y muy generosos, lástima que esa fama, haya quedado sólo en eso... UNA MAL FUNDADA FAMA.
MADRID, AÑO DE 2004.
