De nuevo, llegamos a la Ciudad Lux. Nos parece que hemos llegado a nuestro querido Matamoros, así amamos esta capital y sus gentes, nuestros grandes amigos que conservamos desde hace ya 38 largos años. Nueva York, nos despidió a las 20:25 de la noche, París nos recibió a las 8:10 de la mañana.
Como es nuestra costumbre, aprovechamos para dormir una ?siestecita? que se alargó por casi cinco horas.
Jean Pierre Lamargot, sabía de nuestra llegada y nos telefoneó y al atardecer pasó en su coche y nos fuimos al café de siempre de la Paix, junto a la Ópera. Paseamos por lugares del París de siempre y como a las nueve de la noche, cuando ya casi se oculta el sol en esta época, fuimos a ?comer? al restaurante Pied de Cochon, por el rumbo de Chatelet Des Halles.
Charlamos después en casa, con amigos y familiares, luego ver un poco la televisión y de nuevo... A DORMIR.
Ayer temprano estuvimos en la Catedral de Notre Dame, oímos misa en la Madeleine... Desayunamos en un café de Rue de Moliere, precisamente en los bajos del Hotel Moliere, donde estuvimos por vez primera cuando Irene me acompañó por Europa. Está distante el café unas cinco cuadras del Museo de Louvre en el cual, nos pasamos la mayor parte del día, desde las diez de la mañana que es cuando abren sus puertas a los miles de visitantes.
¿Quieres conocer o ya conoce París? He aquí algunos de los miles de puntos de interés de esta bella capital... Nadie puede jactarse de conocer París, si antes no ha estado en: la terraza de la parte superior de la Torre Eiffel, que tiene 300 metros de altura y que desde principios del siglo XX, se convirtió en el símbolo de la Ciudad Lux... Si no ha caminado bajo el Arco del Triunfo y visto la llama perenne en la tumba del soldado desconocido y luego han ascendido por el elevador hasta la terraza del Arco, donde se admira una de las más bellas vistas de los Campos Elíseos y sus 12 calles que de aquí parten y forman la Plaza de las Estrellas... Si no han visitado cuando menos cinco de sus 43 museos, esto sin contar las casas de muchos artistas y que aunque pequeños, son en verdad museos... Si no han comprado cuando menos un pequeño souvenir en la más rumbosa calle de boutiques, galerías y anticuarios de Rue de St. Honoré... Si no han navegado en las barcas por el Río Sena y ver de cerca los cientos de huéspedes que ?viven? bajo los Puentes de París... Si no han cruzado la Plaza de la Concordia y admiraron sus fuentes y más delante, la Madeleine y el Obelisco de Plaza Vendome... Si no han tomado un aperitivo en el Café de la Paix y se han codeado con las comparsas y coros miembros de la Ópera... Si no han asistido al Lido, al Follis Bergere o al Crazy Horse, los más populares teatros del género vodevil... Pero si ya conocieron el corazón de la intelectualidad francesa: La Place St. Germain des Pres... Si ya bebieron un ?fine? en Les Deux Magots, la bebida que fuera la favorita de: Picasso, Sartre, Stein y muchos más y luego quedaron casi mudos al enterarse que dicha copita o una tacita de café, cuesta el equivalente a 300 pesos de los nuestros... Si ya subieron a las azoteas de la Catedral de Notre Dame y a las de Sacre Cour, allá en Montmartre... si ya hicieron el recorrido que es obligado y pasado unas horas por los Bosques de Bolonia, entonces pueden decir satisfechos que una milésima parte, han empezado a conocer la ciudad más culta, a la dictadora de la moda y de los muchos atributos por los que se le conocen a la Ciudad Lux, la que por su belleza es el centro mundial de... TODOS LOS TURISTAS DE ESTE MUNDO.
PARÍS, FRANCIA, AÑO DEL 2004.
