Notimex
méxico, df.- La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) archivó el amparo que solicitó el ex director de Pemex, Rogelio Montemayor Seguy, contra su extradición de Estados Unidos por el delito de peculado electoral.
Esto quiere decir que la Corte sobreseyó el recurso interpuesto, debido a que un tribunal ya le había otorgado un amparo contra el delito electoral consistente en el desvío de fondos a su cargo, para apoyar la campaña presidencial de Francisco Labastida en 2000.
De esta forma, los ministros de esta sala no se pronunciaron por dicho recurso contra la extradición, pues de acuerdo con la Ley de Amparo, la solicitud de protección de la justicia federal resulta improcedente pues no puede surtir efecto legal alguno “por haber dejado de existir el objeto o la materia del mismo”.
De acuerdo con los antecedentes, el décimo Tribunal Colegiado en Materia Penal de Primer Circuito, al resolver un recurso de revisión interpuesto por la Procuraduría General de la República (PGR) por inconformidad, ratificó el amparo otorgado por un juez federal a Montemayor.
Por tal motivo, aunque el implicado en el llamado “pemexgate” haya reclamado la inconstitucionalidad del artículo 17, inciso 1, apartado C del Tratado de Extradición entre México y Estados Unidos, para no ser detenido, enjuiciado o sancionado, ya no puede surtir efecto legal pues el tribunal confirmó el amparo contra el delito por el que lo acusan las autoridades mexicanas.
El Gobierno estadounidense concedió la extradición de Rogelio Montemayor Seguy por los delitos de peculado simple y uso indebido de atribuciones y facultades, pero no así por el delito de peculado electoral, ilícito considerado como grave y por tanto sin derecho a fianza.
Para que las autoridades mexicanas pudieran enjuiciar al ex servidor público, Estados Unidos tendría que conceder la extradición por ese delito, contra lo cual se interpuso el recurso de amparo ante la SCJN, pero antes, el Tribunal resolvió conceder la garantía sobre la materia del delito.
El ex titular de Pemex ya no pisará la cárcel y continuará sus juicios en libertad sólo por los delitos considerados no graves, de peculado simple y uso indebido de atribuciones y facultades a favor de la campaña presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 2000.
