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Archivo adjunto| Izquierda violenta

Luis F. Salazar Woolfolk

A raíz de los hechos violentos suscitados en Oaxaca el fin de semana pasado, se plantea la pertinencia de la intervención de la Fuerza pública de Estado y Federación como un mal necesario.

La situación de por sí tensa en los últimos cuatro meses, hizo crisis a raíz de la marcha de la llamada Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca (APPO) a la Ciudad de México y en virtud del cumplimiento de la fecha que el calendario escolar tiene previsto como inicio de clases en las escuelas, paralizadas por la huelga de profesores que dio principio y pretexto al conflicto.

El ataque al periodista Ricardo Rocha por parte de militantes de la APPO, organización de izquierda radical, subversiva y violenta que ha rebasado al movimiento magisterial es la prueba fehaciente de que la izquierda mexicana se desenvuelve en la dinámica marxista-leninista, con todo y su desprecio por sus propios aliados o simpatizantes circunstanciales conocidos como ?compañeros de viaje? o ?idiotas útiles?, como textualmente expresa Nicolás Lenin.

La violencia por parte de la izquierda en México, lejos de ser excepcional es la regla. Podemos afirmar que la violencia en el caso Oaxaca y en el otro lamentable que en su guerra contra las instituciones ofrecen el ex candidato Andrés Manuel López Obrador y sus seguidores radicales, responde al principio latino Operari sequitur esse, que en una traducción libre, enuncia que cada ser obra conforme a su propia naturaleza.

Es cierto que existen algunas corrientes de izquierda como la que encabeza la también ex candidata Patricia Mercado, que postula como posible una izquierda observante del Estado de Derecho y respetuosa de los derechos individuales de libertad de expresión y pensamiento, propiedad privada, etcétera, como se dice que existe en otras latitudes del mundo, sin embargo, los mexicanos no conocemos una izquierda tal, sino otra de naturaleza autoritaria, golpista y proclive a la violencia.

Es cierto que hemos conocido hombres y mujeres civilizados que se proclaman de izquierda como Lombardo Toledano, Manuel Villaseñor o Jorge Castañeda, pero corresponden a una identidad que ha sido rechazada por los movimientos históricos de la izquierda mexicana, de la misma manera que el PRD y López Obrador repudian en la actualidad a Cuauhtémoc Cárdenas y a la propia Patricia Mercado.

Ante semejante realidad las autoridades estatales y federales en el caso de Oaxaca, tienen la alternativa de resolver el conflicto por medio de la fuerza pública. La izquierda mexicana por su parte, tiene el reto de transitar por la vía de la social democracia en el marco de las instituciones o naufragar en el mar agitado de la conspiración y la violencia.

Correo electrónico:

lfsalazarw@prodigy.net.mx

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