Argentina, liderada por Juan Román Riquelme, y Brasil, con Ronaldo de nuevo goleador, mantienen en alto el pabellón latinoamericano en la Copa del Mundo después del cierre de los octavos de final, que dejaron con honor Ecuador y México.
La "Albiceleste", dos veces campeona, disputa el acceso a semifinales el próximo viernes ante los anfitriones alemanes, tres veces ganadores, mientras el equipo "canarinho", con cinco títulos, jugará el sábado contra Francia, la triunfadora de 1998.
BERLÍN, ALEMANIA
EFE
Con Riquelme como organizador, la buena racha goleadora de Maxi Rodríguez, la solidez de Roberto Ayala y Gabriel Heinze en la defensa y las alternativas de Lionel Messi y Carlos Tévez, Argentina presenta sus credenciales para entrara en las semifinales.
Tanto Argentina como Alemania llevan una relación de goles de 10-2, una señal de eficacia goleadora y de solidez defensiva, las dos armas imprescindibles para optar al título en la 18 edición del Mundial.
Argentina espera alzar la Copa desde México 1986, cuando un imparable Diego Armando Maradona lideró a los "albicelestes" hasta la final, ganada por 3-2 precisamente a Alemania.
Los anfitriones le devolvieron la moneda a Argentina en Italia 1990 y en el Olímpico de Roma obtuvieron su tercer título al vencer por 1-0, gol de penalti anotado por Brehme.
Son dos selecciones ansiosas por reverdecer laureles, rivales históricos con espíritu ganador, peleones y técnicos a la vez.
La "Albiceleste" y la "Mannschaft" se han enfrentado en 16 ocasiones, cinco veces ganaron los europeos, cuatro partidos terminaron en empate y en siete ocasiones se impuso Argentina. La relación de goles es 23-22 para los sudamericanos.
¿Revancha?
Brasil, la favorita número uno, se mide el día uno de julio en Fránkfurt con Francia, cuya moral ha subido muchos enteros tras eliminar a España y comprobar que Zinedine Zidane y Patrick Vieira recobran fuelle.
Para Brasil es la revancha de la final de 1998 que ganó Francia por 3-0, mientras que para los veteranos "bleus" es el orgullo de demostrar que todavía pueden presentar batalla.
La "torcida" (hinchada) brasileña confía a ciegas en que el "cuadrado mágico" -Ronaldinho, Adriano, Ronaldo y Kaká- supere a Francia para aguardar en semifinales al ganador del Italia-Ucrania.
La conquista del sexto título empieza a ser para Brasil más que un sueño una obligación.
Progreso latino
El balance latinoamericano de los octavos de final registra el progreso de Ecuador, que por primera vez entró en esa fase, y la confirmación del crecimiento de México, una selección que se reivindicó ante Argentina en su mejor partido de Alemania 2006. Perdió por 2-1.
El nacimiento y la consolidación de una nueva generación de jugadores, como Rafael Márquez, Ricardo Osorio, Carlos Salcido, Gonzalo Pineda, Andrés Guardado y Mario Méndez, anticipa que México tiene madera para construir un barco que navegue más allá de los octavos.
Ecuador hizo mucho más de los previsto. En su segunda participación en un Mundial, la "tricolor" se clasificó por primera vez para octavos. Inglaterra solo pudo ganarle por 1-0, en un magistral lanzamiento de libre directo de David Beckham.
Con Carlos Tenorio y Agustín "Tin" Delgado como figuras goleadoras, el portero Cristian Mora, Iván Hurtado, Ulises de la Cruz, Segundo Castillo y Luis Antonio Valencia completaron una selección de juego alegre, con gran despliegue físico.
En la primera fase, se quedaron Costa Rica, que firmó su peor actuación en un Mundial, con derrotas en los tres partidos; Paraguay sólo pudo ganar a la debutante Trinidad y Tobago y dijo adiós a los octavos y a una generación inolvidable, de la que resistieron en Alemania Carlos Gamarra y Roberto Acuña.
En relación a los otros dos participantes del continente, Estados Unidos retrocedió respecto a 2002 al ser eliminado en la primera fase, castigado por su falta de gol en su quinta comparecencia consecutiva en el torneo, y la selección novata de Trinidad y Tobago bastante hizo con empatar con Suecia.