EFE
París.- El cohete europeo Ariane-5 bautizado "Ciudad de Barcelona" despegó de la base de Kurú, en la Guayana francesa para poner en órbita dos satélites de telecomunicaciones que deben dar cobertura en Estados Unidos.
La lanzadera se separó del suelo de la base espacial, subió primero verticalmente durante 6 segundos hasta una altura de algo más de 900 metros y se decantó a continuación hacia el este para continuar su ascenso para la suelta de los dos satélites.
La separación del primero de ellos, el Wildblue-1, se había programado 27 minutos después del encendido de los cohetes, a una altura de 990.6 kilómetros, y el del segundo, el AMC-18, cinco minutos más tarde.
Durante la fase de inyección, el "Ciutat de Barcelona" (que era la inscripción pintada en la cofia) llegó a alcanzar una velocidad de unos nueve mil 338 metros por segundo cuando se encontraba a una altura de cerca de 672 kilómetros.
La cofia se desprendió tres minutos después del despegue de la lanzadera. Los restos del equipo de propulsión que se desprenden en la atmósfera en su fase de ascenso están programados para caer en la zona del Golfo de Guinea, frente a las costas africanas.
El Wildblue-1 es un satélite fabricado por el grupo Space Systems/Loral en California para el operador WildBlue y su misión es ofrecer servicio de internet de banda ancha.
Con un peso total al lanzamiento de cuatro mil 735 kilos y una envergadura de 31.10 metros una vez que se desplieguen sus paneles solares, debe ser colocado en una órbita geoestacionaria a 111 grados de longitud oeste para cubrir, y su vida útil prevista es de 15 años.
La segunda carga de este lanzamiento es el AMC-18, del operador SES Americom, fabricado por el constructor estadounidense Loockheed Martin para distribuir señal de televisión por cable en Estados Unidos durante un periodo mínimo de 15 años.
Este satélite, de un peso al lanzamiento de dos mil 081 kilos, con una envergadura en fase operativa de 14.65 grados, y 24 repetidores activos con una potencial eléctrica total de mil 467 vatios, funcionará en una órbita geoestacionaria a 105 grados de longitud oeste.
La lanzadera fue bautizada con el nombre de la capital catalana porque Barcelona forma parte de la comunidad de ciudades Ariane, que agrupa en total a 34.
