ENTRADA | CERCA DE NUEVE MIL ALMAS ESCUCHAN AL CANTANTE GUATEMALTECO.
EL SIGLO DE TORREÓN
Luego de tres años de no presentarse en Torreón, Ricardo Arjona complace a sus fans laguneros con sus canciones.
TORREÓN, COAH.- Tenía que vengarse... y lo hizo cantando. Hacía tres años que Ricardo Arjona no pisaba suelo lagunero, por eso prometió que iba a cantar todo lo que quisieran las cerca de nueve mil almas que anoche asistieron a su concierto en el Estadio Revolución.
Como si esperara en una estación cualquiera del metro, el cantante guatemalteco apareció en el escenario que simulaba una parada del subterráneo. Lo acompañaba un cello, un bajo, una guitarra, los teclados y un sax.
Comenzó por cantar Para Bien o Para Mal y la multitud lo aclamó sin reparo, mucho más cuando luego de Acompáñame a Estar Solo e Historia de un Taxi se dirigió a ellos: ?Torreón, buenas noches, tengo ya tres años sin venir, por eso traigo la intención de vengarme y creo que la mejor forma es cantando todo lo que quieran que cante?.
Fue así que interpretó Realmente no Estoy tan Solo, enfundado en unos jeans y una camisa negra, con un corte de cabello mucho más corto de lo que siempre acostumbraba.
La desorganización marcó la primera parte del concierto, pues los voluntarios del Instituto Coahuilense de la Juventud (Icojuve) Laguna se amontonaban en las filas de adelante de la zona VIP y poco dejaban ver a la gente de más atrás, pero poco a poco la gente se instaló en sus lugares y así pudieron escuchar con calma y mucho ánimo temas como Desnuda y Por qué es tan Cruel el Amor.
Dos pantallas gigantes proyectaban imágenes alusivas a lo que interpretaba, como cuando cantó La Nena, que aparecían niñas en situación de peligro de un lugar del mundo cualquiera.
El cantante recordó una anécdota familiar: Su padre había comprado una camioneta, que pocas veces arrancó. A pesar de cumplir con sus abonos, cada vez se multiplicaba más la deuda, así que su mamá tomó la decisión de irse a trabajar a una fábrica de monos de peluche en Nueva York. Fue así que conoció a la primer ?mojada? y a ella y a todos los ?paisanos inmigrantes? les dedicó Mojado.
El público le aplaudió la iniciativa y todavía más cuando le siguió con Si el Norte Fuera el Sur, pues la mayoría se levantó y alzó sus brazos, en señal de simpatía con sus ideas a favor de los migrantes.
El ánimo estaba al máximo, entonces Arjona hizo un trato con sus fans: ?Yo les voy a cantar todo lo que ustedes quieran, pero sólo si me dejan cantar tres que son de mis favoritas?. Lo Poco que Queda de mi, La Receta y Queso, Cosas y Casas fueron las elegidas.
El guatemalteco demostró su sencillez cuando subió a una pequeña de entre el público, que lo único que quería era un autógrafo. Entonces la cargó sobre el escenario y le dio un beso, mientras le firmaba una foto que la niña traía de él.
?Ahora vamos a las que ustedes quieran?, dijo y luego complació a todos con Dime que No y Te Conozco, de sus más grandes éxitos. Ya para ese momento, las personas que habían comprado boleto en la zona de VIP de 500 pesos se cambiaron hacia los de 700, provocando molestia entre algunos de estos últimos.
No faltaron temas como Señora de las Cuatro Décadas -dedicado por Arjona a una de las damas presentes-, Cuando, Sin Daños a Terceros, Se nos Muere el Amor y Pingüinos en la Cama.
Aunque con esta última pretendía despedirse, el cantante regresó para complacer a sus fans con sus más recientes temas, como El Problema, para luego decir adiós no sin antes prometer que esta vez no tardaría tanto en regresar.