El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Un arraigo por 15 días fue concedido en el Juzgado Primero del Ramo Penal, para que permanezca retenido José Reyes Hernández, de 26 años, sujeto acusado de lesionar de gravedad a un menor de casi dos años de edad.
En la Policía Ministerial se informó sobre la medida legal aplicada y que le da más tiempo a la agente del Ministerio Público, María Guadalupe Valenzuela Cepeda, especializada en delitos de la Familia y Discapacitados.
De tal forma se encuentra arraigado en un hotel de la localidad José Reyes, quien fue detenido en flagrancia por otro delito relacionado con el intento de robo y portación de arma blanca el pasado miércoles 18 de enero.
Lesiones gravísimas que ponen en peligro de muerte, es el delito por el cual será consignado el sujeto y posteriormente enviado al Centro de Readaptación Social (Cereso).
Sobre el delito se indicó que es calificado como grave y no existe el beneficio de la libertad bajo fianza y la víctima está identificada como Carlos Eduardo de un año y 11 meses de edad.
Como se informó en su oportunidad, Reyes Salas es señalado como el probable responsable de golpear y quemar en reiteradas ocasiones a su hijastro. Fue el pasado martes 17 de enero cuando se reportó el ingreso del pequeño lesionado al Hospital Infantil de Torreón, con el argumento de que se había ?caído de la andadera?.
Traumatismo en cráneo y golpes en diferentes partes del cuerpo, así como quemaduras añejas y recientes, fueron diagnosticadas por personal médico del Hospital Infantil.
Muy grave
Carlos Eduardo, menor de un año y 11 meses de edad se encuentra muy grave de salud. De nuevo fue intervenido quirúrgicamente, ya que tiene lesiones neuronales y múltiples fracturas.
La agente del Ministerio Público, María Guadalupe Valenzuela Cepeda, informó sobre la complicación que enfrenta el niño que era golpeado reiteradamente por su padrastro.
Testimoniales de algunos vecinos de José Reyes y de su pareja Lorena Contreras, madre de Carlos Eduardo, son requeridas por la representante social para enviar ante la autoridad judicial al responsable de atacar al niño.