El festival de cine de Berlín se considera el segundo en importancia después de Cannes, Francia.
EFE
BERLÍN, ALEMANIA.- La película Snow Cake, de Marc Evans, abrió ayer el Festival de Cine de Berlín -conocida como la Berlinale- y llevó a la alfombra roja a un espléndido Alan Rickman y a Sigourney Weaver para una historia de arranque poderoso: la aparentemente imposible relación entre un hombre atormentado y una mujer autista.
Rickman, en el papel de un hombre de por sí taciturno, metido en la tesitura de comunicarse con una madre autista -Weaver- cuya hija acaba de morir en accidente en el automóvil que él conducía. Ese es el detonante de un film inmerso en un bello pastel de nieve, Ontario, cuyo sabor es lo más parecido a un orgasmo para la protagonista.
El galés Evans, autor de Resurrection Man (1998) y Trauma (2004), parte de un sólido guión escrito por Angela Pell, a su vez madre de un niño autista, de quien aprendió "lo enervante y mágico" -en palabras de la guionista- que es convivir con una persona con esa enfermedad.
El propósito de todo el equipo, desde el director a la guionista y, por supuesto, Weaver, es retratar el autismo desde la perspectiva de la "dignidad humana que se merece", según Evans.
"No es un film sobre una autista, sino sobre una mujer extraordinaria que aporta experiencias extraordinarias", atajó Weaver.
Meterse en el personaje no fue fácil. Weaver dedicó a ello "mucho tiempo, empeño mental y esfuerzo físico", según explicó tras el pase de prensa, que le hizo llegar a una conclusión: "No hay un único autismo, cada autista es un ser especial en sí mismo".
El resultado es una interpretación más que meritoria, pero que queda eclipsada por Rickman, el taciturno y sarcástico inglés de maneras impecables, recién salido de la cárcel por haber matado a un hombre y que deja subir en su automóvil, a regañadientes, a una extravertida adolescente -Emily Hampshire, también excelente-.
La adolescente logrará arrancar la primera sonrisa, al parecer en años, a su rostro atormentado. Unos segundos después, la adversidad se cruza en su camino en forma de camión de gran tonelaje.
La actriz Sigourney Weaver y el actor Alan Rickman, protagonistas del filme fueron aclamados tras la presentación de la película para la prensa.
El filme de 112 minutos, una coproducción canadiense-británica en la que actúa también Carrie-Anne Moos, realiza un intenso estudio sobre relaciones entre personas que parecen no corresponder en absoluto con la común denominación de normalidad.
"Espero que el filme atrape en su carácter de alegato en favor de la individualidad y la tenacidad", agregó Weaver de 56 años.
Rickman, de 59, se mostró muy satisfecho de que el personaje principal masculino le haya venido como cortado a medida. "Es un gran regalo. En principio no tuve que actuar, puedo ser así, como soy", afirmó ante los periodistas.
"Una recibe en una larga carrera como actriz muy raras veces una oferta tan maravillosa como la de esta película", afirmó por su parte Sigourney Weaver.
Snow Cake toma el esquema de película melancólica pero esperanzadora, poblada por personajes castigados por la adversidad, a los que sin embargo éstas no han arruinado la capacidad de afecto.
Weaver es una fanática del orden -al parecer, un factor común dentro de las especificidades múltiples de los autistas- y también del sabor de la nieve, que come a bocados.
"Me encantó preparar durante mucho tiempo este personaje. Los autistas son seres extraordinarios, cada uno es diferente. Y yo no sé por qué, pero los autistas son vistos de mala forma, como si les faltara algo, pero con ellos aprendí a ver las cosas de otra manera, incluso a veces vi lo absurdo que es el llamado ?mundo normal?", dijo Weaver en conferencia de prensa.
La neoyorquina trabajó estrechamente con autistas y con la escritora inglesa del filme, Angela Pell, quien tiene un hijo autista y corroboró en persona la fuerza con la que Weaver encarnó a su personaje.
La amistad entre esa mujer incapacitada para expresar dolor por la muerte de su hija -de la que es perfectamente consciente- y el viajero de paso se plasmará en un pastel de nieve, vehículo de comunicación definitivo entre ambos.
"Sigourney dio la medida de la autenticidad a mi interpretación", dijo, todo modestia, Rickman.
Algo menos de autenticidad respiran algunos episodios metidos con calzador, como el tierno romance del viajero con una estupenda vecina (Carrie-Anne Moss).
También resulta algo forzado el empeño de Evans de cerrar, como a presión, el círculo de casualidades e infortunios que une a los personajes.
Aun así, Snow Cake dio una buena apertura del festival, a la medida de lo que quiere su director, Dieter Kosslick: buen cine y presencias atractivas sobra la alfombra roja.
También ahí cumplió con su cometido Weaver, quien lució ante la prensa un generoso escote, rompedor con la imagen de mujer físicamente poco agraciada que da en la película.
A Snow Cake le correspondió el honor de abrir el desfile de diecinueve aspirantes a los Osos, entre las que deberá elegir el jurado encabezado por la actriz británica Charlotte Rampling.
"Estoy orgullosa de presidir el jurado de un festival como éste, comprometido políticamente y con el cine de calidad. Justo el cine que me interesa", afirmó Rampling en la presentación de su equipo, integrado por ocho miembros, entre ellos el actor Armin Müller-Stahl.
El mensaje es idéntico al lanzado previamente por Kosslick: la Berlinale de esta edición tendrá un carácter marcadamente político.
No sólo por la presencia de dos filmes iraníes -Zemestan, de Rafi Pitts, y Offside, de Jafar Panahi-, sino también porque la Berlinale debe ser "cercana a la realidad", según Kosslick, y en ésta se impone lo político.
Estrena la alfombra
Una cautivadora Weaver apareció por la alfombra roja del Berlinale Palast (cerca de la Potsdamer Platz, en pleno corazón de esta ciudad) cumpliendo el deseo de los berlineses de ver estrellas de Hollywood.
La ex exterminadora de Alien se dejó ver con un escote que opacó por un momento sus valores histriónicos, y que fue la comidilla de la prensa local.
Eso sí, Weaver y su coestelar Rickman fueron inmediatamente nominados por la prensa especializada para llevarse el Oso de Plata a la mejor actuación, aunque aún es temprano para especular.
En la gala de apertura estuvieron también la presidenta del jurado internacional, la actriz británica Charlotte Rampling; el ministro de Cultura alemán, Bernd Neumann, y el alcalde de Berlín, Klaus Wowereit.
Entre los invitados especiales de América Latina se encontraba el escritor peruano Mario Vargas Llosa.
En esta semana se espera la aparición de estrellas como George Clooney, Meryl Streep, Vin Diesel e Isabelle Huppert.
Dos mil invitados
El Festival Internacional de Cine de Berlín, conocido como la Berlinale, abrió las puertas de su edición 56 y entre los dos mil invitados especiales de la pantalla grande se encuentran el actor George Clooney e Isabelle Huppert.
- La quincuagésima sexta edición de ese Festival, considerado el segundo en importancia después de Cannes, se inauguró con el largometraje de coproducción canadiense británica Snow Cake, que dirige Marc Evans y cuyo personaje principal es una mujer autista.
- Snow Cake es uno de los 19 largometrajes que concursarán por la máxima presea del Festival de Cine de Berlín, el Oso de Oro, que se otorga a la mejor película, y los Osos de Plata, con los que se premia a los mejores actores y actrices.
-La Berlinale presentará a lo largo de diez días 360 películas provenientes de 50 países distribuidas en diferentes secciones, como la de Competición, Panorama, Forum, Retrospectiva, Perspectiva del Cine Alemán y el Festival Infantil.
-Si bien el Festival Internacional de Cine no lleva un eslogan, se puede decir que su línea es de carácter político- intelectual.
- En los últimos años se caracterizó por la presentación de películas sobre temas de actualidad, como la guerra, el narcotráfico, la migración y la corrupción, entre otros.
- Los temas no ahuyentan sin embargo a los aficionados del cine, y una muestra de ello es el alto nivel boletos vendidos. A lo largo de los diez días que dura el Festival se venden 150 mil entradas.
- La importancia del evento se percibe en la presencia de artistas alemanes e internacionales, y de políticos del país. En esta ocasión el Ministro alemán de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, inaugurará el sábado próximo el Talento Campus.
- En ese foro participan cineastas jóvenes de todo el mundo, y los 540 jóvenes seleccionados tienen la oportunidad de realizar talleres impartidos por expertos del cine de renombre internacional.
-El ministro alemán de Cultura señaló en declaraciones previas a la inauguración de la Berlinale que las cuatro participaciones alemanas en la sección de Competición y las 55 en otros rubros, son una muestra del éxito actual del cine alemán.
-Bernd Neumann destacó asimismo la importancia del Festival para la economía, en vista de que el Mercado Europeo del Cine, que se abre de forma paralela en ese marco, ofrece enormes posibilidades para el negocio de producciones de todo el mundo.
FUENTE: Notimex